El Papa Francisco sostuvo un encuentro de cortesía con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en la terminal del aeropuerto de Córcega, tras finalizar la misa celebrada en la Plaza de Auterlitz, en Ajaccio. Esta reunión marcó el cierre de su visita apostólica a la isla francesa.
Según informó Vatican News, el Pontífice conversó durante unos 45 minutos con Macron antes de abordar el avión que lo llevaría de regreso a Roma, donde se esperaba su llegada alrededor de las 20:00 horas. Durante el encuentro, el presidente francés expresó su agradecimiento al Santo Padre, señalando: «Es un gran honor para la ciudad de Ajaccio, para Córcega y para Francia recibirle».
La reunión generó especial interés debido a que se produjo poco después de que el Papa declinara una invitación para asistir a la inauguración de la restaurada catedral de Notre Dame de París. El evento coincidió con el Consistorio de creación de nuevos cardenales en el Vaticano, lo que hizo imposible la participación del Pontífice en la ceremonia.
Este viaje a Córcega se enmarcó en una agenda apostólica que incluyó actos religiosos significativos, reforzando la cercanía del Papa con las comunidades católicas de la región. La visita también permitió al Santo Padre reforzar lazos con las autoridades francesas, subrayando el carácter diplomático de sus actividades pastorales.
