A pocas horas del inicio del cónclave que definirá al próximo pontífice de la Iglesia Católica, el obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, ha exhortado a los fieles de su diócesis a unirse en oración, subrayando la importancia espiritual del momento y el papel activo de la comunidad creyente en este tiempo de discernimiento eclesial.
El llamado llega mientras 133 cardenales con derecho a voto se preparan para entrar en la Capilla Sixtina del Vaticano, donde a partir de las 16:30 (hora local) comenzará el proceso que conducirá a la elección del 267º sucesor de San Pedro. Se espera que la primera fumata —la señal visual que indica el resultado de las votaciones— sea de color negro entre las 18:00 y 19:00, lo que indicaría que no se ha alcanzado todavía un consenso.
En una carta dirigida al clero diocesano y a las comunidades parroquiales, el obispo Sebastián Chico ha solicitado la organización de momentos de oración y adoración, así como la celebración de la eucaristía con la liturgia especial prevista para estas ocasiones en el Misal Romano. “Que el Espíritu del Señor ilumine a los cardenales en su misión”, pidió el prelado, en una invitación que ha resonado con fuerza entre los fieles locales.
El proceso de elección requiere una mayoría cualificada de dos tercios de los votos, es decir, 89 sufragios. Entre los purpurados se encuentra un representante con raíces jiennenses: el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, natural del municipio de Sabiote, cuya participación añade un matiz local de especial simbolismo para la comunidad de Jaén.
Desde Roma, el Colegio Cardenalicio ha instado también a los católicos de todo el mundo a vivir este evento como un “momento de gracia” y un tiempo privilegiado para escuchar la voluntad divina. La carga espiritual del proceso, así como su impacto histórico y pastoral, han convertido al cónclave en un acontecimiento de trascendencia global.
Una vez se anuncie el nombre del nuevo papa, las campanas de las iglesias de la diócesis de Jaén repicarán en señal de júbilo, acompañadas posteriormente por una misa de acción de gracias en la Catedral de la ciudad, cuya fecha será anunciada próximamente. Actos litúrgicos similares se celebrarán también en las parroquias y comunidades religiosas del territorio, en agradecimiento por la elección del nuevo pastor universal y como gesto de unidad con la Iglesia universal.
La convocatoria del obispo no sólo subraya la dimensión espiritual del cónclave, sino que refleja el deseo de muchos fieles de sentirse parte activa en la vida de la Iglesia, aun desde la distancia. En momentos de cambio y de decisiones trascendentes, la oración compartida se presenta como un vínculo de comunión entre la base eclesial y los pastores encargados de guiar su rumbo.