Con la presencia de más de 1,300 participantes de 70 países, inició en La Habana la vigésimo quinta edición del Festival del Habano, un evento que hasta el 28 de febrero reunirá a expertos, coleccionistas y entusiastas del tabaco premium. La cita, considerada la más importante del sector a nivel internacional, combina actividades educativas, comerciales y culturales, resaltando el impacto de esta industria en la economía nacional.
El Palacio de Convenciones de La Habana acoge el programa oficial, que este año conmemora dos aniversarios clave: los 35 años de la red de franquicias La Casa del Habano, referente en la distribución exclusiva de tabacos premium, y los 15 años de la línea Cohiba Behike, emblema de lujo y exclusividad. Además, se rinde homenaje a tres marcas de gran reconocimiento: Cohiba, H. Upmann y Romeo y Julieta, cuyo legado sigue siendo parte fundamental del prestigio del habano a nivel global.
Los asistentes tienen la oportunidad de visitar plantaciones en Pinar del Río, donde se cultivan las hojas que dan origen a los puros de alta gama, así como fábricas emblemáticas como Partagás y H. Upmann, donde se mantiene la tradición del torcido manual. La edición de este año también pone énfasis en los desafíos climáticos y económicos que enfrenta el sector, abordando temas como la sostenibilidad y la innovación en el cultivo del tabaco.
Junto con el inicio del festival, se inauguró la Feria Comercial, un espacio con 80 expositores internacionales que presentan insumos, accesorios y piezas de arte vinculadas al mundo del habano. Como es tradición, el evento culminará con la subasta de humidores durante la Cena de Gala, cuyos fondos serán destinados a iniciativas del sistema de salud pública.
Habanos S.A., la empresa encargada de la comercialización de estos productos en más de 150 países, ha consolidado su posición como líder del mercado de tabacos premium, con una presencia destacada en Europa, América y Asia. En 2024, reportó ventas por 721 millones de euros, con Cohiba representando el 25% de sus ingresos totales.
Más allá de su relevancia comercial, el festival funciona como una plataforma de lanzamiento para nuevos productos y colaboraciones estratégicas. En esta edición, se espera la presentación de nuevas vitolas y asociaciones con diseñadores internacionales, además de debates sobre el futuro del sector en un contexto de crecientes exigencias medioambientales.
El Festival del Habano continúa siendo un punto de encuentro donde la tradición y la modernidad convergen. En las vegas de Pinar del Río, el arte del cultivo sigue transmitiéndose de generación en generación, manteniendo viva la esencia de un producto que trasciende el tiempo y las fronteras.