Tumba de Dolores Rondon

El Enigma de Dolores Rondón en Camagüey: Historia y Epitafio

Camagüey, Cuba – En el Cementerio General de Camagüey, la tumba de Dolores Rondón es uno de los lugares más visitados, no solo por su antigüedad, sino por el misterio y la leyenda que rodean a esta figura histórica. Su epitafio, considerado uno de los más famosos de Cuba, ha perdurado a través de los años, inmortalizando la memoria de Dolores en la cultura popular camagüeyana.

La Historia de Dolores Rondón

Dolores Rondón, conocida también como María Dolores Aguilera, nació en 1811 y murió en 1863. Hija natural de un comerciante español, Vicente Rams, y una mulata cubana, Dolores vivió una vida marcada por la belleza, el orgullo y las tragedias personales. Según las leyendas locales, enviudó y perdió su fortuna antes de regresar a Puerto Príncipe, hoy Camagüey, donde vivió en la pobreza y murió de tisis​​ (Tuberculosis pulmonar).

La vida de Dolores Rondón ha sido objeto de muchas especulaciones. Algunos relatos sugieren que ella fue una mujer de gran belleza y carisma, capaz de cautivar a muchos con su presencia. Otros relatos, en cambio, la describen como una figura trágica que sufrió grandes adversidades. Estas historias han contribuido a mantener vivo su legado en la memoria colectiva de Camagüey.

El Epitafio

El epitafio de Dolores Rondón, una obra poética atribuida al barbero y poeta Agustín de Moya, fue inicialmente escrito en una pieza de cedro y colocado sobre su tumba. Los versos, que han sido restaurados y preservados por generaciones, rezan:

«Aquí Dolores Rondón
finalizó su carrera
ven mortal y considera
las grandezas cuáles son:
el orgullo y presunción,
la opulencia y el poder,
todo llega a fenecer
pues solo se inmortaliza
el mal que se economiza
y el bien que se puede hacer.»

Este poema reflexiona sobre la transitoriedad de la vida y las verdaderas virtudes que perduran. La inscripción ha sido venerada y cuidada a lo largo de los años, con múltiples restauraciones y una eventual reconstrucción en mármol en 1935​.

Epitafio de Dolores Rondon
Epitafio de Dolores Rondon

La Leyenda y su Legado

La historia de Dolores Rondón está envuelta en elementos románticos y trágicos, propios del siglo XIX en Cuba. Su vida y su epitafio se han convertido en símbolos de la lucha entre el amor y la adversidad, y de cómo la memoria y las leyendas pueden inmortalizar a una persona. La tumba de Dolores, reconstruida en mármol blanco en 1935, sigue siendo un lugar de homenaje y curiosidad, atrayendo a quienes buscan conectar con las historias del pasado de Camagüey.

Dolores Rondón se ha convertido en una figura emblemática de la cultura camagüeyana, representando las complejidades de la vida en una época llena de cambios sociales y políticos. La leyenda sugiere que Dolores rechazó el amor de Agustín de Moya, casándose en cambio con un militar español. Después de enviudar y perder su fortuna, regresó a Camagüey donde murió en la miseria durante una epidemia, siendo enterrada en una fosa común​.

La preservación de su epitafio y la construcción del túmulo en 1935 no solo han contribuido a perpetuar su historia, sino que también han convertido su tumba en un símbolo de la identidad cultural camagüeyana. La ubicación del túmulo, cerca de los panteones de familias notables como los Agramonte y los marqueses de Santa Ana y Santa María, resalta la importancia que se le ha dado a su memoria dentro del diseño de la necrópolis.

La figura de Dolores Rondón no solo representa un personaje histórico, sino también una parte integral del patrimonio cultural camagüeyano. Su historia, llena de romanticismo y tragedia, sigue fascinando a quienes buscan entender las complejidades de la vida en Camagüey durante el siglo XIX. El epitafio de Dolores Rondón, con su mensaje sobre la transitoriedad de la vida y las verdaderas virtudes que perduran, sigue resonando en los corazones de quienes visitan su tumba, recordándonos que las historias más poderosas son las que se transmiten de generación en generación, más allá de los registros oficiales.

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