Ambas potencias rebajan sus tarifas a partir del 14 de mayo, en un movimiento que impulsa los mercados y allana el camino para nuevas negociaciones
Estados Unidos y China han alcanzado un acuerdo histórico para reducir de forma drástica los aranceles recíprocos, marcando un giro sustancial en las tensiones comerciales que durante años han afectado la economía global. Según reporta Europa Press, la medida se traducirá en una reducción inmediata de las tarifas a partir del 14 de mayo, y ha sido recibida con entusiasmo por los mercados internacionales, que experimentaron un notable repunte tras el anuncio.
El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, confirmó que Washington disminuirá su tasa arancelaria sobre los productos chinos desde el 145% actual hasta un 30%, una reducción de 115 puntos porcentuales. De forma recíproca, Pekín aplicará una bajada proporcional, reduciendo sus tarifas sobre productos estadounidenses del 125% al 10%.
Esta relajación arancelaria representa el mayor paso conjunto entre ambas economías desde el inicio de la guerra comercial bajo la primera administración de Trump en 2018. En su intervención prevista para este lunes a las 9:30 a.m. (hora de Washington), el presidente Donald Trump ofrecerá más detalles del acuerdo en una conferencia de prensa conjunta con el Secretario de Salud y Servicios Humanos, aunque no se descarta que también aborde implicaciones más amplias en las relaciones bilaterales.
En Pekín, las autoridades chinas han descrito el acuerdo como «un gesto de buena voluntad», que facilitará la reanudación de las conversaciones multilaterales sobre comercio, tecnología y estándares regulatorios. Además, ambas partes han confirmado que se prevén nuevas rondas de negociaciones para avanzar en otros asuntos clave como la propiedad intelectual, el acceso al mercado y la seguridad de las cadenas de suministro.
Este avance tiene consecuencias inmediatas en los mercados financieros: los índices bursátiles globales y los futuros en Wall Street han registrado subidas considerables. Analistas interpretan el acuerdo como una señal de estabilización tras años de incertidumbre económica, aunque advierten que aún persisten diferencias estructurales que podrían reactivarse en el futuro.
Mientras tanto, empresarios y sectores agrícolas en Estados Unidos y China han reaccionado con cautela optimista. La reducción de aranceles podría suponer un alivio para industrias fuertemente afectadas por las medidas proteccionistas, especialmente en rubros como la electrónica, la maquinaria pesada y la agroindustria.
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