En un movimiento que podría agudizar las ya tensas relaciones entre Cuba y Occidente, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel se prepara para volar a Moscú. Según informan agencias rusas, su visita está programada para coincidir con el Desfile de la Victoria del 9 de mayo, evento que será presidido por el presidente Vladimir Putin.
Durante su estancia en la capital rusa, Díaz-Canel sostendrá conversaciones oficiales con Putin, en lo que se anticipa como una demostración de solidaridad hacia su aliado ruso. Este encuentro ocurre en un momento crítico, ya que se espera que Putin exhiba los progresos, aunque limitados, de su polémica ofensiva militar en Ucrania, descrita por muchos como una invasión no provocada.
Analistas internacionales interpretan la presencia del líder cubano en este evento como una clara señal de apoyo a Rusia. Tal gesto, según expertos, podría intensificar las tensiones entre Cuba y países occidentales, especialmente considerando el contexto actual de las relaciones internacionales, donde la alineación con Rusia puede tener significativas repercusiones diplomáticas y económicas.