En medio de una profunda crisis energética y económica, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel se reunió el 7 de mayo en Moscú con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en un intento por fortalecer los lazos bilaterales y obtener apoyo tangible para la isla. Sin embargo, el encuentro, que coincidió con las celebraciones del 80.º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, no produjo anuncios concretos de asistencia inmediata.
Durante la reunión, Putin destacó la histórica colaboración entre ambos países y recordó la participación de voluntarios cubanos en la Segunda Guerra Mundial. Díaz-Canel, por su parte, agradeció el respaldo ruso frente a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y subrayó la importancia de la unidad y la cooperación para enfrentar los desafíos actuales.
A pesar de las muestras de solidaridad, no se anunciaron nuevos acuerdos en materia energética o económica. La falta de resultados concretos contrasta con visitas anteriores, como la de mayo de 2024, cuando Cuba recibió 80.000 toneladas de diésel ruso tras un encuentro similar.
La situación en Cuba sigue siendo crítica, con apagones frecuentes, escasez de combustible y una economía en declive.La ausencia de compromisos específicos en esta visita resalta las limitadas opciones del gobierno cubano para obtener apoyo internacional y la creciente dependencia de sus aliados tradicionales.
Mientras tanto, la población cubana continúa enfrentando dificultades cotidianas, esperando que las relaciones diplomáticas se traduzcan en mejoras tangibles en su calidad de vida.