Una operación policial en el corazón de La Habana Vieja permitió el desmantelamiento de una farmacia clandestinaque operaba en una vivienda particular de la calle Cienfuegos, entre Corrales y Apodaca. Según reportes de residentes, el despliegue fue encabezado por el jefe de sector y varios oficiales, en respuesta a denuncias ciudadanas sobre la presunta venta ilícita de medicamentos controlados.
Durante el registro domiciliario, las autoridades se encontraron con una gran cantidad de fármacos, tanto de producción nacional como importada, que superaba —según testigos— el inventario de una farmacia oficial. La escena fue descrita como impactante por vecinos que presenciaron el operativo, quienes afirmaron haber observado al menos 20 maletines cargados de medicamentos, además de dos cajas fuertes, una máquina de contar dinero y más de 200 mil pesos cubanos en efectivo.
Los residentes del área aseguran que esta actividad ilegal era conocida en la zona. Comentaron que frecuentemente veían a personas entregando mercancía en lo que describieron como un claro “trapicheo de medicinas”. Algunos afirmaron también que los precios abusivos de los medicamentos hacían imposible su adquisición para muchas personas necesitadas.
Aunque las autoridades no han divulgado información oficial sobre los detenidos ni los cargos imputados, se espera que el caso sea investigado bajo las figuras legales correspondientes al tráfico ilícito de medicamentos y otros delitos conexos.
Este incidente vuelve a poner sobre la mesa la grave crisis del sistema de distribución farmacéutica en Cuba, así como la proliferación del mercado negro, alimentado por la escasez crónica y la desesperación de quienes no encuentran medicinas en los canales regulares.
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