La Guardia Civil ha logrado desmantelar un grupo criminal dedicado a asaltos violentos en chalés de lujo en diversas provincias de España, incluidas Cádiz, Córdoba, Málaga y Sevilla. Según reporta Europa Press, la organización está implicada en al menos 16 robos con un botín estimado en más de 10 millones de euros. Durante los asaltos, los delincuentes empleaban altos niveles de violencia, llegando a maniatar a los moradores y amenazarlos con armas de fuego.
La investigación, denominada operación «BOP», comenzó en junio de 2024 cuando la Guardia Civil detectó una serie de robos en la exclusiva urbanización de Sotogrande, en San Roque (Cádiz). Las pesquisas iniciales se vieron dificultadas por las estrategias de ocultación utilizadas por el grupo, que realizaba los robos en campañas periódicas y posteriormente abandonaba España, regresando una vez que la presión policial se reducía.
Pese a estas tácticas, los investigadores lograron identificar el retorno de varios miembros de la organización, quienes se establecieron en distintas localidades antes de fijar una base de operaciones en un chalet cercano a La Puebla de Cazalla, Sevilla. Desde allí, planificaban y ejecutaban nuevos asaltos.
El modus operandi de la banda se caracterizaba por una meticulosa planificación. Analizaban las rutinas de los propietarios de las viviendas, así como las medidas de seguridad implementadas en los inmuebles. Durante los robos, actuaban con rostros cubiertos, vestimenta negra y guantes, enfocándose en sustraer dinero, joyas y artículos de lujo de fácil transporte. Para la huida, utilizaban vehículos de gran cilindrada con matrículas falsas.
Tras reunir suficientes pruebas, la Guardia Civil llevó a cabo un operativo en el que se detuvo a siete miembros del grupo criminal, todos de origen albanés. En la vivienda utilizada como centro de operaciones se hallaron 44.500 euros, 23.700 dólares y 603.000 grivnas ucranianas, además de lingotes de oro y numerosos artículos de marcas exclusivas. También fueron incautados vehículos empleados en los robos, cajas fuertes y herramientas utilizadas para forzar accesos.
A pesar de estos hallazgos, los objetos de mayor valor robados no fueron encontrados inicialmente. No obstante, tras una segunda inspección con detectores de metales en el exterior de la finca, los agentes descubrieron armas de fuego utilizadas en los robos y recipientes enterrados con joyas y relojes de alta gama. En total, se recuperaron 35 relojes y 186 piezas de joyería.
Hasta el momento, las autoridades han logrado esclarecer 16 robos cometidos en diversas provincias españolas y en Portugal. La investigación, que sigue en curso, está bajo la dirección del Juzgado Mixto número uno de San Roque (Cádiz).