El empresario cubanoamericano Frank Cuspinera ha desaparecido tras la clausura de su tienda Diplomarket, conocida localmente como el «Costco cubano». Este incidente ha generado un intenso debate, especialmente por las conexiones de Cuspinera con figuras prominentes en Cuba. Se le considera un cercano asociado de Sandro Castro, nieto de Fidel Castro, lo que ha suscitado especulaciones sobre su rol como posible intermediario en negocios opacos.
Diplomarket, gestionado por la empresa Las Américas TCC Corporation con sede en Florida, no solo ofrecía una variedad de productos sin necesidad de membresía, sino que también destacaba por su sistema de vigilancia. Aunque abierta al público, la tienda imponía precios que la ponían fuera del alcance de la mayoría de los cubanos, limitando de facto su clientela a un segmento más acomodado y a extranjeros.
Además, ha trascendido que Diplomarket permitía transacciones en diversas divisas, si bien recientemente se había restringido la aceptación exclusivamente a dólares estadounidenses. Esta política de exclusividad ha provocado críticas por restringir aún más el acceso a productos básicos y de calidad para la población general.
El cierre de Diplomarket y la consiguiente desaparición de Cuspinera sin duda generará desconcierto y desconfianza entre otros empresarios, tanto en la isla como en la diáspora. Este incidente también podría llevar a un escrutinio más exhaustivo por parte del Departamento de Estado de EE.UU. hacia los negocios que involucren a cubanoamericanos con vínculos con oficiales cubanos, intensificando las medidas de control sobre las actividades comerciales que cruzan las fronteras políticas y económicas.