Las intensas lluvias que dejó el huracán Rafael a su paso por la región han comenzado a provocar derrumbes en diversas áreas de La Habana, exacerbando el riesgo para aquellos que habitan edificaciones antiguas y deterioradas en la ciudad. En el municipio de Centro Habana, una de las áreas más afectadas, se registró el colapso parcial de una estructura en la esquina de Consulado 67, ubicada entre las calles Genios y Refugio, donde vecinos aseguran que, hasta hace poco, aún residían familias.
Aunque la edificación presentaba una fachada deteriorada, lo cual hacía suponer que estaba desocupada, los testimonios de residentes del área confirman que el lugar había sido habitado recientemente, lo que eleva las preocupaciones sobre la seguridad de los habitantes y posibles víctimas en casos de futuros colapsos. Autoridades locales y equipos de emergencia se han desplazado al lugar para evaluar la situación y controlar los riesgos en la zona, mientras se mantiene la alerta ante el pronóstico de posibles lluvias adicionales que podrían aumentar los peligros en áreas vulnerables de la ciudad.
Los derrumbes en edificaciones antiguas se han convertido en un problema frecuente en La Habana, especialmente en barrios como Centro Habana, donde una gran parte de las construcciones datan de varias décadas atrás y muestran signos de deterioro agravado por la falta de mantenimiento adecuado. Estas condiciones, combinadas con fenómenos naturales intensos, generan escenarios de alto riesgo para los residentes que dependen de estas estructuras como hogar.
Ante la amenaza de más lluvias y el deterioro evidente de varias construcciones en el casco urbano, expertos en arquitectura y urbanismo han señalado la urgencia de tomar medidas que protejan a las familias que habitan estos inmuebles. La falta de recursos y los desafíos en la infraestructura complican las labores de mantenimiento, dejando a muchos edificios antiguos en condiciones precarias y aumentando el riesgo de incidentes fatales.
La situación subraya una vez más la necesidad de adoptar políticas de rehabilitación y prevención de desastres en La Habana, donde muchos de sus edificios, históricos y representativos, han quedado marcados por el paso del tiempo. Mientras tanto, las autoridades hacen un llamado a la precaución y están trabajando para responder rápidamente a cualquier otro derrumbe que pudiera ocurrir como consecuencia de las lluvias dejadas por el huracán Rafael.
