Pilón, Granma.— Una nueva situación de extrema gravedad relacionada con la migración irregular por vía marítimaha generado consternación en el municipio de Pilón, en la provincia de Granma, tras conocerse denuncias sobre lo ocurrido durante una travesía con destino a Jamaica, de la cual dos personas no habrían llegado a su destino.
Según testimonios ofrecidos por familiares y vecinos, y difundidos por el periodista independiente Niover Licea, el pasado jueves una embarcación salió desde la costa de Pilón con seis personas a bordo —cinco hombres y una mujer— con el objetivo de alcanzar territorio jamaicano. Días después, cuatro de los ocupantes lograron arribar, mientras que una mujer y un joven permanecen desaparecidos, en circunstancias que han provocado fuertes cuestionamientos dentro de la comunidad.
La mujer fue identificada como Arletis, de aproximadamente 32 años, conocida en su localidad como “La Amarilla”, madre de tres niños pequeños que residen en la zona de Marea, en Pilón. El otro desaparecido es un joven identificado como Sorel, también padre de familia. Ambos viajaban junto a varios hombres, entre ellos una persona conocida como “Baconao”, señalado por testigos como quien conducía la embarcación.
Las denuncias comunitarias apuntan a que la desaparición de Arletis y Sorel no estaría relacionada con un accidente marítimo, sino con hechos violentos ocurridos durante la travesía, versión que aún no ha sido confirmada por ninguna autoridad. Un testimonio reciente de uno de los sobrevivientes habría reforzado estas sospechas, lo que ha incrementado la alarma social en Pilón y sus alrededores.
Familiares y vecinos subrayan que, de confirmarse estas versiones, se trataría de un hecho de extrema gravedad que trasciende los riesgos habituales de la migración irregular. “No es solo una historia de salida ilegal por mar; es una situación que exige esclarecimiento”, expresó un allegado a las víctimas.
El impacto humano es profundo. La desaparición de Arletis y Sorel deja niños sin uno de sus padres, sumiendo a varias familias en la angustia y la incertidumbre. En una comunidad ya golpeada por la precariedad económica y la migración constante, el caso ha reavivado el debate sobre los riesgos extremos, la falta de protección y la ausencia de mecanismos eficaces para prevenir este tipo de tragedias.
Ante la falta de información oficial, familiares y residentes han realizado un llamado público a las personas originarias de Pilón que se encuentran actualmente en Jamaica y que puedan tener conocimiento de lo ocurrido durante la travesía.
“Hablar y explicar lo sucedido es fundamental para aliviar el dolor de quienes esperan respuestas”, señalan los familiares, quienes consideran que el silencio solo agrava el sufrimiento y dificulta cualquier intento de esclarecimiento.
Hasta el momento, no se ha informado sobre investigaciones oficiales en curso, lo que refuerza la sensación de desamparo entre los allegados de los desaparecidos. El caso vuelve a poner en evidencia la dimensión humana de la crisis migratoria, donde la desesperación empuja a muchas personas a asumir riesgos extremos, a menudo sin garantías mínimas de seguridad.
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