Una denuncia ciudadana procedente de Holguín expone serias irregularidades en el funcionamiento del tren #87, que cubre la ruta Guantánamo – Holguín. Según los testimonios, este transporte público ya no cumple su propósito de trasladar pasajeros, sino que se ha convertido en un vehículo para negocios ilegales y acaparamiento según el portal digital La Tijera News.
Los reportes indican que los pasillos, plataformas y accesos del tren se encuentran atestados de sacos y cajas con mercancías ilícitas, lo que impide la movilidad de los viajeros y limita su seguridad. En cada parada, el tren apenas se detiene, sin respetar los tiempos necesarios para que los pasajeros puedan abordar o descender, poniendo en riesgo la vida de quienes dependen de este servicio.
Lo más alarmante, señalan los denunciantes, es que conductores y policías que deberían velar por el orden no solo permiten estas prácticas, sino que presuntamente participan de ellas, cobrando por su complicidad. Esto genera un clima de corrupción estructural que deja a la población humilde, aquella que realmente necesita del tren, desatendida y sin derecho a un transporte digno.
La denuncia resume la indignación de muchos holguineros con una frase contundente:
“El tren ya no es de pasajeros, es un tren de acaparadores y corrupción.”
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