En un nuevo revés para los viajes entre Estados Unidos y Cuba, la aerolínea estadounidense Delta Airlines anunció la suspensión de sus vuelos regulares hacia la Isla a partir del mes de octubre. La información fue divulgada por el portal especializado Caribbean News Digital.
La decisión representa un golpe significativo para los pasajeros que utilizan esta ruta, sobre todo teniendo en cuenta la creciente reducción de opciones de transporte aéreo entre ambos países. Aunque no se han ofrecido detalles sobre el motivo de la cancelación, la medida se suma a la lista de aerolíneas norteamericanas que en los últimos años han limitado o interrumpido sus operaciones con Cuba.
El anuncio de Delta Airlines refleja el complejo escenario del mercado aéreo hacia la Isla, marcado por restricciones políticas, baja rentabilidad en determinadas rutas y un contexto económico desfavorable para las compañías. Para los viajeros, esta suspensión podría implicar mayores dificultades para encontrar vuelos directos y un incremento en la dependencia de aerolíneas con escalas en terceros países.
La medida también tiene un impacto simbólico: Delta había retomado sus vuelos a Cuba en 2016, tras más de medio siglo de ausencia, en el marco del deshielo diplomático impulsado durante la administración de Barack Obama. Ahora, casi una década después, la interrupción vuelve a poner de relieve los altibajos en la relación bilateral y en la conectividad aérea entre La Habana y ciudades estadounidenses.
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