Ayer se llevó a cabo un operativo en el antiguo central «Martha Abreu» de la provincia de Cienfuegos, actualmente convertido en una fábrica de pasta, donde fueron decomisadas 30 mil cajas de cigarros H. Upmann, picaduras de tabaco y dos máquinas de fabricación de cigarros, según reporta la página de Facebook La Tijera.
Tras el decomiso, la mercancía fue trasladada al central azucarero «Ciudad Caracas», donde las autoridades decidieron incinerarla en los hornos de la instalación, en lugar de ofrecerla a la venta, incluso a los trabajadores del central. Esta acción ocurre en medio de una severa escasez de cigarros en el país, lo que ha llevado a que una cajetilla de cigarros criollos, sin presentación, sin filtro y de baja calidad, se cotice actualmente en el mercado informal en aproximadamente 500 pesos cubanos (CUP).
La decisión de destruir la mercancía ha generado críticas en un contexto de desabastecimiento generalizado y dificultades económicas para la población, que enfrenta precios cada vez más elevados en los productos de primera necesidad.