Hombre en traje militar sentado en reunión

Declaraciones de Díaz-Canel levantan indignación entre el exilio cubano

Miguel Díaz-Canel provocó una oleada de críticas desde el exilio cubano tras unas declaraciones realizadas durante una reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular en La Habana. En su intervención, expresó sentirse «avergonzado» por los cubanos que, según él, muestran «odio, rabia y desprecio» hacia la nación que los formó.

Díaz-Canel afirmó: “Da vergüenza ver a cubanas y cubanos, nacidos, crecidos y preparados profesionalmente aquí, cómo destilan odio, rabia y desprecio contra la nación que los formó”. Estas palabras generaron un fuerte rechazo, particularmente entre los cubanos que viven fuera de la isla, quienes argumentan que el derecho a criticar la situación económica, social y política de Cuba no se pierde con la emigración.

Desde Miami, epicentro del exilio cubano, las reacciones no se hicieron esperar. Activistas y líderes comunitarios recordaron que gran parte de la población cubana sobrevive gracias a las remesas enviadas por familiares que viven en el extranjero, quienes a menudo cargan con la responsabilidad económica de sus seres queridos en la isla.

“Nos acusan de odiar a Cuba cuando somos quienes sostenemos a muchas familias en medio de la crisis que ellos mismos han provocado. Vivamos donde vivamos, tenemos derecho a opinar sobre el desastre económico y social en que han convertido a nuestra patria”, expresó un miembro destacado de la diáspora cubana en redes sociales.

Las críticas también se centraron en lo que muchos consideran una apropiación del concepto de nación por parte del gobierno. “Vergüenza deberían sentir ellos por el estado deplorable en el que han sumido a Cuba durante más de seis décadas”, señalaron usuarios en redes sociales.

Díaz-Canel ha sido cuestionado recurrentemente por el exilio y por sectores críticos dentro de la isla, quienes atribuyen a su gestión un agravamiento de la crisis económica, el deterioro de las condiciones de vida y la falta de libertades fundamentales. Mientras tanto, el éxodo masivo de cubanos continúa, con miles buscando nuevas oportunidades fuera de la isla, en contraste con el discurso oficial que condena la emigración como un acto de deslealtad hacia el país.

Las declaraciones del mandatario no solo avivan el debate sobre la situación en Cuba, sino que también refuerzan el descontento de una comunidad que, a pesar de la distancia, mantiene un profundo vínculo con su tierra de origen y lucha por denunciar las problemáticas que afectan a los cubanos de dentro y fuera del país.

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