En una ceremonia solemne realizada en el Palacio Presidencial de Pretoria, Cyril Ramaphosa fue juramentado para su segundo mandato como Presidente de Sudáfrica, tras su reelección en las elecciones generales del 29 de mayo. El evento contó con la presencia de varios dignatarios internacionales, incluyendo a líderes de Namibia, Tanzania, Suazilandia, Mozambique y Zimbabwe, así como al vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés Mesa.
Durante su discurso, Ramaphosa enfatizó el compromiso de su gobierno con la paz y la democracia, rechazando cualquier forma de violencia o tácticas antidemocráticas. Destacó que en las recientes elecciones, los ciudadanos sudafricanos optaron por un gobierno de coalición, reflejando un mandato para la colaboración en lugar de una victoria absoluta de cualquier partido.
Ramaphosa resaltó la importancia de trabajar juntos para enfrentar los retos nacionales y avanzar hacia una nueva década de libertad. Señaló el deber de su administración de unir a los diversos grupos del país y de seguir escuchando la voluntad del pueblo, a fin de superar las desigualdades económicas y sociales persistentes.
El presidente también se comprometió a impulsar una economía inclusiva que genere empleo y asegure servicios básicos para todos, subrayando la necesidad de rendición de cuentas para aquellos que cometan actos de corrupción. Este nuevo mandato se enmarca en la creación de un Gobierno de Unidad Nacional, resultado de un acuerdo entre el Congreso Nacional Africano y otros partidos políticos, buscando así una mayor estabilidad y progreso para Sudáfrica.
