A partir de noviembre de 2025, Cubana de Aviación ampliará su oferta de vuelos en la ruta Madrid–Santiago de Cuba, con la incorporación de una nueva frecuencia semanal que operará cada viernes. Este nuevo vuelo se suma al ya existente los martes, consolidando así dos frecuencias semanales entre la capital española y la principal ciudad del oriente cubano, en un esfuerzo por mejorar la conectividad con una región históricamente relevante para el turismo cultural y patrimonial en la isla.
El servicio será operado por un Airbus A330 arrendado a la aerolínea española Plus Ultra, debido a la limitada disponibilidad de aeronaves propias de la flota de Cubana, una situación que refleja las dificultades estructurales que enfrenta el transporte aéreo en el país. Esta solución temporal busca garantizar la continuidad y la fiabilidad del servicio en una ruta de interés tanto para la diáspora cubana en Europa como para los viajeros internacionales que desean explorar destinos menos saturados del Caribe.
La agencia Viajes On Time, especializada en Cuba y el Caribe, ha valorado positivamente esta ampliación. En un comunicado, destacaron que se trata de una oportunidad estratégica para revitalizar el turismo hacia Santiago de Cuba, ciudad considerada la cuna de la música tradicional cubana y un punto de partida privilegiado para conocer la riqueza natural, cultural e histórica del oriente de la isla.
Sin embargo, este anuncio se da en un contexto difícil para el sector turístico cubano, marcado por una fuerte caída en las cifras de visitantes internacionales en los últimos años. Factores como la crisis económica interna, las limitaciones logísticas, las restricciones de viaje desde algunos países emisores y la competencia creciente de otros destinos del Caribe han debilitado significativamente el posicionamiento turístico de Cuba. Según informes recientes, el país aún no ha logrado recuperar los niveles de llegada de turistas previos a la pandemia, y muchas infraestructuras turísticas operan con niveles mínimos de ocupación.
En este contexto, la mejora de la conectividad aérea aparece como un paso necesario, pero no suficiente, para revertir la tendencia negativa del sector. Analistas coinciden en que serán necesarias reformas estructurales, mayor diversificación de la oferta y una mejora sustancial en la calidad de los servicios, si Cuba desea recuperar su atractivo frente a competidores regionales como República Dominicana, México o Jamaica.
La ampliación de la ruta Madrid–Santiago de Cuba representa, por tanto, una apuesta por reconectar con nichos específicos del mercado europeo y potenciar el turismo de raíces, cultural y de naturaleza. No obstante, su éxito dependerá de que existan condiciones en tierra capaces de sostener el interés y la satisfacción de los visitantes.
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