Este martes, delegaciones de Cuba y Estados Unidos se reunirán en Washington D.C. para una nueva ronda de conversaciones migratorias. Este diálogo, que se ha venido realizando de forma bianual desde la reanudación de las relaciones bajo la administración de Biden en 2022, busca abordar temas críticos relacionados con la migración entre ambos países.
La reunión de este año se centra en varios puntos clave, incluyendo el notable aumento de migrantes cubanos hacia Estados Unidos y la promoción de una migración segura, legal y ordenada. También se discutirá la lucha contra el tráfico de personas y la cooperación en materia de repatriación.
Un tema destacado en la agenda será la política de «máxima presión» ejercida y su impacto en el flujo migratorio desde Cuba hacia Estados Unidos. Se espera que la delegación cubana ponga especial énfasis en cómo estas políticas han afectado las dinámicas migratorias y busque discutir ajustes o soluciones.
Entre otros puntos a tratar, se encuentra la posibilidad de reanudar el programa Parole Familiar Cubano (PFC), suspendido en 2017, y la situación de los cubanos varados en México. Estas conversaciones no solo son fundamentales para tratar estos temas de migración, sino también para fortalecer el diálogo bilateral y buscar soluciones conjuntas a desafíos comunes.
En reuniones anteriores, ambos países han reafirmado su compromiso de adherirse a los Acuerdos Migratorios bilaterales previamente firmados entre 1984 y 2017. Además, Cuba ha expresado su preocupación sobre el otorgamiento de asilo político en Estados Unidos a individuos implicados en actos delictivos, como secuestros de aeronaves, que amenazan la seguridad aérea y nacional.
Se espera que estas conversaciones contribuyan a avanzar en la búsqueda de soluciones comunes y en la mejora de la gestión migratoria entre Cuba y Estados Unidos, abordando así un tema de larga data que ha generado tensiones y desafíos bilaterales.