En un reciente encuentro entre altos funcionarios de Cuba y Rusia, se anunció que Rusia colaborará con Cuba para mejorar su sistema de generación eléctrica. La reunión, que contó con la presencia del viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, y el ministro de Energía ruso, Serguéi Tsiviliov, se llevó a cabo en un contexto de aguda crisis energética en la isla caribeña.
Durante el encuentro, el ministro Tsiviliov destacó la importancia de construir nuevas instalaciones energéticas para revitalizar la capacidad del sistema eléctrico cubano. «La experiencia de los especialistas rusos será crucial para fortalecer el sector energético cubano», afirmó Tsiviliov. Ambas naciones discutieron también la cooperación en proyectos de petróleo y gas, incluido el yacimiento Boca de Jaruco, que ha mostrado altos niveles de producción de crudo.
Cuba enfrenta severos desafíos en su infraestructura eléctrica, con apagones que afectan hasta el 40% del país. La crisis se debe a la escasez de combustible necesario para las centrales termoeléctricas y al deterioro de estas instalaciones, que datan de más de cuarenta años. Además, el gobierno ha recurrido al alquiler de centrales eléctricas flotantes como medida temporal para mitigar la situación, aunque esta solución ha sido tanto contaminante como costosa.
La inestabilidad eléctrica ha tenido un impacto negativo en la economía cubana, que lleva varios años en recesión. Además, ha sido catalizador de protestas antigubernamentales, siendo las más notables las de julio de 2021, las más grandes en décadas.
Alexander Babakov, vicepresidente de la Duma Estatal de Rusia, reiteró su oposición al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba. Sin embargo, en la isla, la noticia de la renovada colaboración con Rusia ha generado un marcado escepticismo y críticas entre los ciudadanos. Muchos recuerdan con amargura el abrupto retiro de apoyo por parte de Rusia tras el colapso de la Unión Soviética en los años 90, lo cual dejó a Cuba enfrentando graves dificultades económicas de manera aislada. Esta memoria histórica alimenta temores de una dependencia renovada y potencialmente perjudicial con Rusia. Félix Martínez, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, insistió en la importancia de estos acuerdos para la colaboración futura, aunque muchos cuestionan si esta alianza traerá beneficios reales o solo servirá para perpetuar una dinámica de dependencia económica y política no deseada.