Según EFE, Cuba ha anunciado oficialmente su lista nacional de personas y organizaciones consideradas como terroristas, incluyendo a varios activistas, líderes del exilio e influencers conocidos. Este listado, publicado en una edición extraordinaria de la Gaceta Oficial y con fecha de resolución del 2 de noviembre, fue elaborado por el Ministerio del Interior de la isla.
Entre las 61 personas y 19 organizaciones mayoritariamente basadas en el extranjero, el gobierno cubano acusa a estas entidades y personas de participar en la «promoción, planificación, organización, financiamiento, apoyo o comisión» de actos considerados terroristas. La decisión se basa en una resolución del año 2001 del Consejo de Seguridad de la ONU y en el Código Penal de Cuba, aprobado en 2022.
La lista incluye una variedad de nombres, desde individuos investigados por explosiones en hoteles y centros turísticos en Cuba en los años 90, hasta líderes políticos históricos del exilio en Miami como Orlando Gutiérrez Boronat, coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana, y Ramón Saúl Sánchez, dirigente del Movimiento Democracia.
También se encuentran influencers y youtubers como Álex Otaola, Ultrack y Paparazzi Cubano, quienes han sido acusados desde 2021, particularmente a raíz de las protestas antigubernamentales del 11 de julio, de incitar a acciones violentas contra funcionarios públicos y el normal funcionamiento de entidades en Cuba, así como de promover la agresión armada contra la isla.
El periódico Granma, medio de comunicación del Partido Comunista de Cuba, ha alertado recientemente sobre un supuesto plan de las agencias de inteligencia de Estados Unidos para generar disturbios en el país. El diario vinculó a algunas de las personas incluidas en esta lista con dicho plan.
Entre las organizaciones destacadas en el documento se encuentran Hermanos al Rescate, Alpha 66 y Asamblea de la Resistencia.
Esta publicación ocurre en un contexto donde Estados Unidos decidió mantener a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. El país caribeño ha calificado el informe del Departamento de Estado estadounidense como calumnioso.
Cubalex, una organización con sede en EE. UU., ha interpretado esta lista como un intento de Cuba de atribuir a Washington la responsabilidad de fomentar actividades perjudiciales para la seguridad nacional de la isla y promover acciones hostiles contra el gobierno cubano.