En los recientes Juegos Paralímpicos celebrados en París, la delegación cubana logró una destacada actuación, asegurándose un lugar entre los primeros 25 del medallero. Con una representación de solo 21 atletas, Cuba consiguió un total de diez medallas, distribuidas en seis oros, tres platas y un bronce, repartidas en cuatro disciplinas deportivas, marcando un hito sin precedentes para la isla en estos eventos.
La actuación de la delegación fue impulsada notablemente por Omara Durand, quien se coronó tres veces en las competencias de pista, contribuyendo significativamente al éxito del equipo. Además, la presencia en el podio se vio reforzada por las destacadas participaciones de Robiel Yankiel Sol en salto, Guillermo Varona en lanzamiento de jabalina, y Yunier Fernández en tenis de mesa, quienes juntos elevaron el rendimiento de Cuba en el escenario paralímpico.
Este progreso representa un avance de once posiciones en comparación con los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, donde Cuba obtuvo un total de seis medallas, todas en atletismo. En París, además de los éxitos en atletismo, los atletas cubanos también subieron al podio en tenis de mesa, judo y levantamiento de pesas, con medallas adicionales de Sheyla Hernández en judo y Pablo Ramírez en pesas, que debutaron en estos deportes en la competencia paralímpica.
El desempeño en París no solo mejora la actuación de la isla en Tokio, sino que también refleja un crecimiento significativo desde Londres 2012, donde Cuba alcanzó su mejor resultado histórico al ubicarse en el puesto 15 del medallero. Además, la suma de medallas en París permitió a Cuba superar el centenar de preseas en la historia de los Juegos Paralímpicos, acercándose a las 50 doradas en total.
Esta sobresaliente actuación de la delegación cubana en París es un testimonio del talento y la determinación de sus atletas, quienes continúan elevando el perfil de Cuba en el escenario deportivo internacional paralímpico.