Cuba Inicia Vacunación Infantil con Pneumosil-10 en Medio de la Crisis del Sistema de Salud

El Ministerio de Salud Pública de Cuba ha anunciado el comienzo de la vacunación infantil con la nueva vacuna antineumocócica Pneumosil-10 a partir del 9 de septiembre. Según informó el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, la vacuna se aplicará a niños mayores de dos meses y menores de un año, como parte de un esfuerzo para prevenir enfermedades graves como meningitis, neumonía y sepsis en los infantes.

El programa de vacunación incluye la administración de tres dosis: una primera dosis, seguida de una segunda a los dos meses, y una tercera dosis de refuerzo siete meses después. Lena López Ambrón, directora del Programa Nacional de Inmunización, detalló que los efectos secundarios esperados incluyen molestias en el lugar de la inyección, fiebre leve y, en casos excepcionales, reacciones alérgicas.

Si bien este avance en la inmunización es un paso positivo en la protección de la población infantil, no puede obviarse el contexto más amplio de crisis en el sistema de salud cubano. La introducción de Pneumosil-10 llega en un momento en el que los hospitales del país enfrentan una grave escasez de suministros médicos, medicamentos básicos y equipos esenciales. La falta de recursos ha llevado a una creciente insatisfacción entre la población, que enfrenta largas esperas y servicios médicos deteriorados.

A pesar de los esfuerzos por mantener el programa de vacunación a flote, muchos cubanos cuestionan la capacidad del gobierno para garantizar una atención médica integral y de calidad. La crisis económica, acentuada por la falta de inversión y la disminución del personal médico que migra en busca de mejores oportunidades, ha dejado el sistema de salud en una situación crítica.

La implementación de la vacuna Pneumosil-10 es un paso hacia la mejora de la atención preventiva, pero no resuelve los problemas estructurales que continúan afectando a la salud pública en Cuba. Las autoridades se enfrentan al desafío de garantizar que estos programas de inmunización no se vean afectados por las constantes dificultades que atraviesa el sector, y de mejorar las condiciones generales del sistema para todos los ciudadanos.

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