La crisis epidemiológica que atraviesa Cuba se ha profundizado de forma alarmante, con un repunte significativo de síndromes febriles sin diagnóstico que afecta a miles de ciudadanos en todo el país. Las autoridades sanitarias han reconocido que la expansión de estos cuadros clínicos continúa desbordando la capacidad del sistema de salud.
Según datos ofrecidos por directivos del Ministerio de Salud Pública, más de 4 400 personas fueron detectadas recientemente con fiebre de origen desconocido. Una parte considerable de estos pacientes, 2 883 en total, permanece bajo vigilancia médica en sus hogares, mientras que 552 personas han requerido ingreso hospitalario ante la gravedad de los síntomas.
Uno de los aspectos más preocupantes del panorama actual es la cifra de pacientes que permanecen en seguimiento: más de 45 600 casos continúan bajo observación por presentar fiebre sin causa identificada. Dentro de este grupo, 101 pacientes se encuentran en estado crítico en unidades de cuidados intensivos, entre ellos 64 menores de edad, un indicador que ha generado gran preocupación entre profesionales de la salud y familias en toda la Isla.
Las autoridades confirmaron que estos virus —aún sin diagnóstico etiológico preciso— se encuentran presentes en las 15 provincias del país, exceptuando únicamente el Municipio Especial Isla de la Juventud, que hasta el momento no ha reportado casos.
El deterioro del sistema sanitario cubano se hace más evidente en medio de esta emergencia: hospitales saturados, escasez de medicamentos esenciales, falta de insumos médicos y condiciones estructurales precarias que impiden una respuesta eficaz. Todo ello deja a la población en un escenario de vulnerabilidad extrema frente a un brote cuya evolución continúa siendo incierta.
Desde CubaHerald, seguiremos monitoreando el desarrollo de esta grave situación sanitaria que golpea de forma directa a millones de cubanos.
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