Cuba se encuentra en una situación crítica debido a los crecientes brotes de dengue y la aparición del virus Oropouche, revelando serias deficiencias en las condiciones higiénico-sanitarias y en el suministro de insumos médicos en el país.
El Ministerio de Salud Pública de Cuba ha emitido una alerta debido al significativo aumento en los casos de dengue, especialmente en las provincias de La Habana, Camagüey, Las Tunas y Holguín. Este año, Cuba ha experimentado el mayor número de brotes de dengue en los últimos quince años, con una incidencia alarmante que destaca la insuficiencia en las medidas de prevención y control de vectores.
Simultáneamente, el país enfrenta su primer brote de la enfermedad del virus Oropouche, con 74 casos confirmados en las provincias de Santiago de Cuba y Cienfuegos. Este virus, transmitido por mosquitos y moscas, presenta síntomas similares al dengue y ha llevado a un aumento en las hospitalizaciones debido a enfermedades febriles inespecíficas.
Las condiciones higiénico-sanitarias en Cuba han sido un factor determinante en la propagación de estas enfermedades. La falta de saneamiento adecuado y el insuficiente control de plagas han exacerbado la situación, permitiendo que los mosquitos transmisores prosperen en entornos urbanos y rurales. La escasez de suministros médicos y recursos sanitarios ha dificultado la respuesta efectiva a estos brotes, poniendo en riesgo a la población y sobrecargando el sistema de salud.
El Ministerio de Salud Pública ha implementado medidas de emergencia, incluyendo fumigaciones y campañas de concientización, pero la efectividad de estas acciones se ve limitada por la falta de insumos y personal capacitado. La situación se complica aún más por la debilitada infraestructura de salud pública, que lucha por hacer frente a la creciente demanda de atención médica y recursos.
A pesar de los esfuerzos, la población cubana continúa enfrentando un riesgo significativo de contagio, y las autoridades instan a mantener medidas preventivas estrictas. Es esencial una mejora en las condiciones sanitarias y un refuerzo en el suministro de recursos médicos para controlar eficazmente estos brotes y prevenir futuras epidemias.