El gobierno cubano anunció la eliminación de los subsidios asociados a la libreta de abastecimiento, un sistema que desde 1962 garantizaba el acceso a productos básicos como arroz, azúcar y pan a precios controlados. Esta decisión, presentada durante la reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, forma parte de un paquete de medidas económicas para enfrentar la grave crisis económica que atraviesa la isla.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, calificó esta medida como un paso necesario para corregir distorsiones económicas y prometió reorientar los subsidios hacia los sectores más vulnerables. Sin embargo, no se han ofrecido detalles sobre cómo se implementará esta redistribución, lo que genera incertidumbre entre la población.
Impacto en la vida diaria de los cubanos
La eliminación de los subsidios afectará significativamente a muchas familias cubanas, ya que los productos que antes se ofrecían a precios bajos ahora tendrán un costo equivalente al del mercado. Esto plantea serias dificultades para la mayoría de la población, que depende de estos alimentos subsidiados para cubrir sus necesidades básicas.
“Sabemos que los resultados económicos no han sido los esperados”, reconoció Marrero durante la Asamblea, destacando que esta decisión busca avanzar en un modelo más eficiente y sostenible para la economía nacional.
Dolarización parcial y controles más estrictos
Además de la eliminación de los subsidios, el gobierno implementará la dolarización parcial de ciertos servicios, incluyendo el acceso a internet, lo que ha generado preocupaciones entre los cubanos. Servicios como los paquetes de datos de ETECSA, la empresa estatal de telecomunicaciones, tienen opciones más económicas reservadas para quienes pueden pagar en dólares, lo que refuerza la dependencia de esta moneda frente al peso cubano.
Paralelamente, se han anunciado mayores controles sobre las actividades de las llamadas “mulas”, personas que traen productos desde el extranjero, principalmente desde Florida, para venderlos en la isla. Las autoridades consideran que estas prácticas afectan negativamente la economía y buscan regularlas con mayor rigor.
Un contexto económico crítico
La decisión se produce en un momento marcado por una inflación creciente, desabastecimiento de productos básicos y problemas estructurales como cortes de energía y deficiencias en servicios esenciales. Según las autoridades, estas reformas son indispensables para enfrentar la crisis, aunque su implementación y los posibles impactos sociales aún generan dudas y preocupación entre la población.
El gobierno cubano enfrenta ahora el reto de garantizar que estas medidas no profundicen la pobreza y el descontento social, mientras trabaja en nuevas estrategias para estabilizar la economía del país.