Las autoridades de aviación cubanas han anulado los avisos sobre la falta de combustible aéreo en los principales aeropuertos internacionales del país, permitiendo la reanudación sin alteraciones del programa de vuelos entre Cuba y Rusia. La información fue confirmada por la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsiya) en un comunicado difundido este domingo.
Según Rosaviatsiya, los avisos NOTAM emitidos por las autoridades cubanas, que advertían sobre una posible escasez de combustible en los aeropuertos de La Habana y Varadero entre el 1 y el 8 de diciembre, han sido retirados. «El programa de vuelos entre Rusia y Cuba se llevará a cabo de acuerdo con el cronograma original», precisó el comunicado, sin ofrecer detalles sobre cómo se resolvió el problema del suministro.
Vuelos retomados y monitoreo en curso
La Agencia Federal de Transporte Aéreo, en conjunto con el Ministerio de Transporte ruso, continuará supervisando el tráfico aéreo entre ambas naciones para garantizar que no haya interrupciones en las operaciones. El representante de Rosaviatsiya, Artem Korenyako, confirmó que los vuelos programados por aerolíneas rusas como Rossiya (del grupo Aeroflot) y Nordwind están operando según lo previsto.
Sin embargo, antes de la cancelación del aviso, se informó sobre posibles ajustes en los itinerarios debido a la escasez del combustible JET-A1, crítico para la aviación comercial. Por ejemplo, un vuelo Moscú-Varadero fue retrasado recientemente debido a estas circunstancias.
Impacto en el turismo y el papel de Rusia
El turismo, una de las principales fuentes de ingresos de Cuba, depende en gran medida de la conectividad aérea. Rusia es el tercer país que más turistas aporta a la isla, con más de 185,000 visitantes registrados en lo que va del año, un aumento del 8 % en comparación con 2023. Cualquier interrupción en los vuelos afecta significativamente a este sector, especialmente en la temporada alta de fin de año.
Además, Rusia ha desempeñado un papel clave en la asistencia energética a Cuba. Recientemente, el gobierno ruso entregó 80,000 toneladas de diésel valoradas en 60 millones de dólares, como parte de su apoyo tras los daños causados por los huracanes Oscar y Rafael.
Una solución temporal a una crisis mayor
Aunque las operaciones aéreas parecen haberse normalizado, la cancelación del aviso no aborda los problemas estructurales que enfrenta Cuba en materia de suministro energético. La dependencia de fuentes externas para mantener la operatividad de sectores clave, como la aviación, subraya la vulnerabilidad de la infraestructura económica del país.
La falta de una explicación oficial por parte del gobierno cubano sobre cómo se solucionó la escasez de combustible plantea interrogantes sobre la estabilidad del suministro a largo plazo. Mientras tanto, los pasajeros y aerolíneas esperan que las operaciones continúen sin nuevos contratiempos, aunque el riesgo de futuras interrupciones persiste.