En medio de las crecientes quejas de la población cubana por la deficiente infraestructura eléctrica y los interminables apagones, el gobierno de Cuba ha anunciado un ambicioso plan para aumentar la generación de energía a través de la radiación solar. Según reporta un experto del Ministerio de Energía y Minas (Minem), la generación eléctrica mediante energía solar fotovoltaica se multiplicará por siete en los próximos años.
Rosell Guerra, director de energía renovable del Minem, informó que la capacidad de generación eléctrica aumentará en más de dos mil megawatts con la conclusión de dos importantes proyectos de parques solares fotovoltaicos. «Esta cifra representa un incremento significativo en comparación con los 286 megawatts instalados hasta julio pasado,» precisó Guerra.
El plan también incluye la implementación de tecnologías que permitirán aprovechar la energía solar más allá del horario diurno, mediante el incremento de 200 MW en acumulación de energía a través de bancos de baterías, superando así los actuales 10 megawatts de capacidad de almacenamiento.
Además de proporcionar una fuente de energía limpia y sostenible, estos proyectos reducirán el consumo anual de aproximadamente 900 mil toneladas de combustible, según el Minem. Este macroprograma inversionista busca que el país alcance un 24 por ciento de participación de fuentes renovables en su matriz energética para el año 2030.
A pesar de estos avances proyectados, los ciudadanos continúan expresando su frustración por los frecuentes cortes de electricidad y las promesas incumplidas del gobierno. Durante el verano, la situación ha sido especialmente crítica, con apagones que afectan tanto a zonas urbanas como rurales, generando malestar y afectando la calidad de vida de los cubanos.
La integración entre la Unión Eléctrica y otros organismos del Estado, así como la colaboración con los gobiernos provinciales, se presenta como una estrategia clave para materializar esta transición energética. Sin embargo, los habitantes de la isla esperan que las soluciones prometidas se traduzcan en una mejora tangible en el suministro eléctrico en el corto plazo.
En este contexto, la población sigue demandando medidas efectivas y rápidas que alivien la problemática actual, mientras observa con escepticismo los nuevos anuncios de desarrollo en el sector energético.
