El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, ha acusado al senador estadounidense Marco Rubio de «crear e inflar la fábula» del denominado ‘síndrome de La Habana’, una misteriosa enfermedad que afectó a diplomáticos, personal de seguridad y funcionarios estadounidenses en varias partes del mundo. Según reporta Europa Press, el canciller cubano criticó a Rubio por insistir en revivir este asunto, a pesar de que la comunidad científica y los servicios de inteligencia estadounidenses lo consideran improbable.
Rodríguez Parrilla declaró en su cuenta de la red social X que «el secretario de Estado de EE. UU. estuvo entre quienes crearon e inflaron la fábula de supuestos ataques acústicos e inventaron el nombre Síndrome de La Habana». Añadió que Rubio «naturalmente insiste en revivirla a pesar de haberse descartado por la comunidad científica y los servicios de inteligencia».
El ‘síndrome de La Habana’ se detectó por primera vez en 2016, cuando diplomáticos estadounidenses destacados en Cuba comenzaron a presentar síntomas como dolores de cabeza, mareos y problemas cognitivos. Posteriormente, se reportaron casos similares en otras ciudades, como Bogotá y Viena. Aunque en un principio se especuló sobre la posibilidad de que los síntomas fueran provocados por ataques con energía dirigida, investigaciones posteriores redujeron la probabilidad de que un Estado extranjero estuviera involucrado.
A principios de este año, dos agencias de inteligencia estadounidenses sugirieron que actores extranjeros podrían haber estado implicados en el origen del síndrome. Sin embargo, la mayoría de las agencias de inteligencia estadounidenses consideran que esta hipótesis es poco probable. El informe final, publicado en 2023, concluyó que era «muy improbable» que un Estado extranjero estuviera detrás de estos incidentes médicos anómalos. No obstante, el Senado de Estados Unidos instó a la CIA a continuar investigando debido a las preguntas sin respuesta que persisten.
Por otra parte, una investigación conjunta de The Insider, Der Spiegel y CBS, publicada en abril de 2023, contradijo la versión oficial al sugerir que el síndrome podría estar relacionado con actividades encubiertas de la inteligencia rusa. Según Greg Edgreen, quien lideró las pesquisas del Pentágono, el «nexo ruso» sería un factor común en todos los casos analizados. Rusia, por su parte, ha rechazado cualquier vinculación con estos incidentes.
El tema continúa generando tensiones diplomáticas y permanece rodeado de incertidumbre, mientras el gobierno cubano insiste en desvincularse de cualquier responsabilidad y acusa a actores políticos estadounidenses de mantener vivo un relato sin sustento científico.
