Cuba enfrenta una nueva ola de apagones que han dejado a millones de hogares sin electricidad este miércoles, agravando la ya delicada situación energética de la isla. Según reportes de la Unión Eléctrica Nacional, una falla en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la mayor del país, provocó una desconexión parcial del sistema eléctrico en la madrugada, afectando especialmente a las provincias occidentales, incluida La Habana.
Autoridades locales han informado que los cortes podrían extenderse durante varias horas mientras se realizan labores de reparación, pero no han ofrecido un cronograma claro para la restauración total del servicio. Residentes de varias ciudades, como Matanzas y Pinar del Río, han expresado su frustración en redes sociales, destacando la falta de combustible y la precariedad de la infraestructura como causas recurrentes de estos incidentes.
El gobierno cubano ha atribuido las dificultades a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, que, según ellos, limitan la importación de piezas y combustible necesarios para mantener el sistema operativo. Sin embargo, analistas independientes señalan que la falta de inversión en energías renovables y el deterioro de las plantas existentes también juegan un papel clave en la crisis.
Mientras tanto, la población se adapta como puede: algunos recurren a velas y cocinas improvisadas, mientras otros temen por la conservación de alimentos en medio de una escasez que sigue golpeando al país. «No hay luz, no hay arroz, y ahora tampoco esperanza», comentó un habanero en un mercado local, reflejando el creciente descontento.
Este nuevo episodio se suma a los desafíos que Cuba enfrenta en 2025, incluyendo una economía en declive y una ola migratoria sin precedentes. La situación energética promete ser un tema candente en las próximas semanas, mientras el gobierno busca soluciones y la ciudadanía espera respuestas concretas.