La crisis energética en Cuba continúa profundizándose con la salida de circulación de varias centrales termoeléctricas, lo que ha provocado un aumento significativo en la duración y frecuencia de los apagones en todo el país. La situación ha generado mayor malestar entre la población, que enfrenta cortes eléctricos de hasta 12 horas diarias en algunas provincias, afectando la vida cotidiana y el funcionamiento de sectores clave como el comercio, la industria y la salud.
Termoeléctricas fuera de servicio y generación insuficiente
El sistema electroenergético nacional (SEN) ha reportado la paralización parcial o total de al menos tres plantas generadoras en las últimas semanas debido a fallos técnicos y falta de combustible, lo que ha reducido la capacidad de generación a niveles críticos. Entre las plantas afectadas se encuentran:
- La Central Termoeléctrica Antonio Guiteras (Matanzas), que ha experimentado averías recurrentes y dificultades en la disponibilidad de combustible.
- La Termoeléctrica de Nuevitas (Camagüey), con varias unidades fuera de operación por mantenimiento prolongado.
- La Central de Felton (Holguín), que ha sufrido fallas estructurales que han limitado su capacidad operativa.
El gobierno ha atribuido los cortes a la falta de financiamiento para la compra de combustible y repuestos, así como a un parque termoeléctrico obsoleto que lleva años sin recibir inversiones significativas para su modernización. Sin embargo, la población señala que los problemas se han intensificado en los últimos meses sin que haya soluciones efectivas a la vista.
Impacto en la población y aumento del descontento
Los prolongados apagones han afectado gravemente la calidad de vida de los cubanos, quienes han denunciado en redes sociales la imposibilidad de conservar alimentos, el colapso de los servicios de transporte y las dificultades para realizar actividades cotidianas. En algunas localidades, la falta de electricidad ha afectado el bombeo de agua potable, dejando a cientos de familias sin acceso al suministro.
“La situación es insoportable. Pasamos la noche sin luz y el día sin agua. No sabemos hasta cuándo será esto”, comentó un residente de Cienfuegos, una de las provincias más afectadas.
Los cortes eléctricos también han impactado la producción y distribución de alimentos, con reportes de cierres temporales de panaderías, carnicerías y centros de refrigeración que dependen del suministro energético para operar.
Proyecciones inciertas y falta de soluciones inmediatas
A pesar de la creciente crisis, las autoridades no han anunciado medidas concretas para mejorar la situación en el corto plazo. Los expertos advierten que, sin inversiones en infraestructura y nuevos acuerdos para la importación de combustible, la crisis energética podría empeorar en los próximos meses, afectando aún más la estabilidad económica y social del país.
Mientras tanto, la población enfrenta un panorama cada vez más incierto, con el temor de que los apagones prolongados se conviertan en una realidad permanente, intensificando la crisis que ya golpea duramente a la isla.