El paso del huracán Oscar ha dejado un saldo devastador en los municipios de Imías y San Antonio del Sur, en la provincia de Guantánamo, donde se reportan al menos seis fallecidos. Estas muertes ocurrieron en terrenos que tradicionalmente se consideran secos, lo que ha generado desconcierto entre la población. Sin embargo, más allá de los estragos inmediatos del fenómeno natural, el contexto en el que ocurrió la tragedia ha generado fuertes críticas. Muchos de los residentes no contaban con información actualizada sobre la evolución del huracán debido a los cortes de energía que afectan a gran parte del país como consecuencia de la prolongada crisis energética que enfrenta Cuba.
La falta de comunicación oportuna agravó la vulnerabilidad de muchas familias, que no pudieron tomar las precauciones necesarias para protegerse ante el impacto del ciclón. En medio de una de las crisis más profundas que ha vivido el país en décadas, con problemas en la generación eléctrica, escasez de combustible y una situación económica asfixiante, gran parte de la población no tuvo acceso a alertas meteorológicas clave. Las interrupciones del servicio eléctrico, que se han vuelto cotidianas en muchas regiones de Cuba, dejaron a miles de personas sin acceso a medios de comunicación en el momento en que más lo necesitaban.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ministerio del Interior (MININT) han liderado las operaciones de rescate en los municipios afectados, enfrentándose a grandes dificultades para llegar a las zonas más aisladas. Equipos de rescate han tenido que hacer frente a caminos destruidos y comunidades incomunicadas, una situación que ha demorado los esfuerzos para brindar asistencia a los damnificados.
A pesar de que el gobierno ha movilizado recursos desde otras provincias para responder a la emergencia, la situación expone las debilidades estructurales que arrastra el país, donde la crisis energética y la falta de insumos dificultan no solo la respuesta inmediata, sino también la capacidad de prevenir daños mayores. Mientras se intenta llevar ayuda a las áreas más afectadas, la población de estos municipios se enfrenta no solo a las secuelas del huracán Oscar, sino también a la falta de información y apoyo oportuno, elementos clave que hubieran podido mitigar los efectos de esta catástrofe.
Se espera que en las próximas horas se logre acceso a las zonas aún inaccesibles para continuar con las labores de rescate y evaluación de daños, mientras crece la preocupación por el estado de las infraestructuras y los recursos disponibles para la recuperación en medio de esta crisis sin precedentes.