ESMERALDA, CAMAGÜEY – El anuncio de la conversión del hospital de Esmeralda en un policlínico con camas ha desatado una ola de descontento y preocupación entre los residentes de esta localidad alejada de la capital provincial. La comunidad, que ya enfrenta dificultades para acceder a servicios médicos adecuados, ve esta decisión como un golpe directo a su bienestar, especialmente crítico para ancianos, niños y personas con enfermedades crónicas.
“Es increíble que, estando tan lejos de Camagüey, ahora nos quedemos sin hospital”, exclamó un residente afectado por la noticia. El hospital ha sido un pilar en la provisión de cuidados esenciales en Esmeralda, un municipio ya marcado por pérdidas significativas en el pasado, como la de una fábrica de hielo que aumentó la sensación de abandono por parte de las autoridades.
La decisión ha catalizado un fuerte movimiento de crítica y organización comunitaria, con planes de protesta para exigir a la Asamblea Municipal que reconsidere la transformación del hospital. “Ese hospital es de todos los esmeraldenses. Seguro al que se le ocurrió esto vive en Camagüey, cerca de un hospital. Salgamos a reclamar lo que nos pertenece”, se lee en los comunicados que circulan por la comunidad.
Los esmeraldenses se muestran firmes en su decisión de hacer oír su voz, con la esperanza de que las autoridades municipales tomen en cuenta sus demandas y se comprometan a mantener los servicios médicos completos que la comunidad tanto necesita. “Hasta cuándo es este abuso con Esmeralda”, es la pregunta resonante entre los ciudadanos decididos a defender sus derechos y preservar la integridad de sus servicios de salud locales.