La acumulación de basura en las calles de Cuba, especialmente en La Habana, ha alcanzado niveles alarmantes, y la falta de control en el transporte de desechos solo empeora la situación. Recientemente, un camión de recogida de basura fue visto circulando por la Avenida Boyeros sin ningún tipo de seguridad en su carga. El vehículo, que transportaba cajas de cartón, papeles y bolsas de nylon, no contaba con lona ni tapete que impidiera que los residuos cayeran sobre la vía pública, lo que representa no solo un problema estético, sino también un potencial peligro para los conductores.
A lo largo del tramo comprendido desde el entronque a la Cujae hasta el puente de la Avenida 100, numerosos automovilistas y motoristas tuvieron que esquivar los desechos que se desprendían del camión, lo que aumentaba el riesgo de accidentes. Según la denuncia realizada por ciudadanos en redes sociales, la falta de control y supervisión en estos transportes refleja un estado de «desidia total» en la gestión de los desechos sólidos.
El problema de la basura no es exclusivo de este caso. La Habana y otras ciudades cubanas llevan tiempo enfrentando una crisis de gestión de residuos, donde la falta de infraestructura adecuada, sumada a la ineficiencia en los servicios de recogida, ha generado un ambiente insalubre en muchas áreas urbanas. Los basureros se desbordan y la acumulación de desechos en las esquinas y calles se ha convertido en parte del paisaje cotidiano. Esta situación no solo afea las ciudades, sino que también representa un riesgo para la salud pública.
En esta ocasión, a pesar de la gravedad de la situación, no se observó ninguna intervención policial o de las autoridades competentes para detener al conductor del camión o tomar medidas que evitaran el peligro. La ciudadanía ha expresado su malestar ante la falta de acción por parte de los responsables, quienes deberían garantizar que los transportes de basura cumplan con las normas de seguridad necesarias.
El manejo inadecuado de la basura, como lo muestra este incidente en Boyeros, refleja una problemática más amplia que afecta a todo el país. La falta de recursos y de un sistema de recolección de desechos eficiente no solo está haciendo que las calles cubanas estén cada vez más sucias, sino que también está poniendo en riesgo la seguridad vial y la salud de la población.