La Habana — La creciente frustración ciudadana ante el deterioro económico y la falta de productos básicos ha desatado una nueva ola de críticas en redes sociales tras la publicación de imágenes y reportes sobre una reciente “reunión de chequeo semanal” realizada en la capital cubana.
En las plataformas digitales, cientos de usuarios expresaron su malestar al considerar que la organización de este tipo de encuentros representa un uso inadecuado de recursos logísticos y humanos, en un momento en que amplios sectores de la población enfrentan carencias severas de alimentos, medicamentos y transporte.
Los comentarios más compartidos subrayan el contraste entre la actividad administrativa de las autoridades y la realidad cotidiana de los ciudadanos, marcada por apagones prolongados, inflación y escasez de bienes esenciales. Muchos internautas calificaron la situación como un “desconcierto institucional” frente a las prioridades urgentes del país.
Este malestar se desarrolla en un contexto económico crítico, caracterizado por la depreciación del peso cubano frente al dólar y al euro en el mercado informal, y por una inflación que continúa afectando el poder adquisitivo de las familias. La crisis también ha impactado de forma directa en los sectores productivos, con una disminución en la disponibilidad de materias primas y combustibles.
Mientras tanto, la conversación digital sigue creciendo, reflejando una desconfianza generalizada hacia la gestión pública y un llamado ciudadano a la transparencia y a una distribución más racional de los recursos del Estado.
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