Edificio con bandera de México y jardín.

Consulado de México en La Habana exigirá pagos exclusivamente en dólares en efectivo a partir del 5 de mayo

En una decisión que impactará de lleno a miles de ciudadanos cubanos, el Consulado General de México en La Habana anunció que, a partir del próximo 5 de mayo, todos los trámites consulares deberán pagarse únicamente en dólares estadounidenses en efectivo. La medida, comunicada oficialmente a través de la red social X, descarta el uso de tarjetas bancarias y exige que los usuarios presenten el monto exacto en billetes en buen estado para acceder a los servicios.

La disposición afecta la totalidad de los servicios ofrecidos por la sede diplomática, desde la emisión de pasaportes y credenciales electorales hasta actuaciones notariales, certificaciones migratorias y registros civiles. Este viraje administrativo se produce en un contexto especialmente complejo para la población cubana, que enfrenta una prolongada escasez de divisas extranjeras, limitaciones bancarias internas y un mercado informal donde el dólar estadounidense alcanza cotizaciones exorbitantes frente al peso nacional.

Desde 2022, el Consulado había establecido un sistema de pagos mediante tarjetas de débito o crédito —incluidas las asociadas a cuentas en moneda libremente convertible (MLC)— lo cual, si bien representaba un obstáculo para algunos, permitía cierta flexibilidad en medio de las restricciones financieras que enfrenta la ciudadanía. El giro hacia el efectivo en divisa fuerte marca un retroceso en términos de accesibilidad, y según advierten expertos en relaciones consulares, puede traducirse en un descenso significativo en la capacidad de gestión de trámites para muchos solicitantes.

Los costos de los servicios consulares varían desde los 19 dólares por una copia certificada de un acta de nacimiento hasta los 439 dólares por un testamento público abierto. En un país donde los salarios estatales promedian menos de 25 dólares mensuales al tipo de cambio informal, reunir las sumas requeridas, y en billetes impecables, representa un desafío monumental para amplios sectores de la población.

Más allá del aspecto logístico, esta decisión revela un trasfondo de creciente dolarización forzada y de tensión institucional ante la creciente presión migratoria. México se ha convertido en uno de los países clave en la ruta de salida de los cubanos hacia Estados Unidos, y la demanda de trámites en su consulado habanero ha aumentado notablemente en los últimos años. En ese contexto, las autoridades mexicanas habían anunciado anteriormente la apertura de una nueva sede consular para ampliar la atención, aunque medidas como esta parecen contradecir esa vocación de servicio.

Los efectos de esta disposición se harán sentir de inmediato entre quienes dependen del consulado para legalizar documentos, obtener visados o gestionar procesos migratorios. Para muchos, el reto no solo será encontrar los dólares, sino también hacerlo en un entorno donde el acceso a billetes en buenas condiciones, necesarios para completar los trámites, se ha convertido en una odisea cotidiana.

El consulado no ha ofrecido hasta el momento explicaciones detalladas sobre las razones detrás de la nueva política, ni ha anunciado excepciones o mecanismos alternativos de pago. Mientras tanto, entre los solicitantes crece la preocupación ante lo que perciben como un nuevo obstáculo burocrático en una realidad ya marcada por la precariedad y la falta de opciones. El riesgo de exclusión para quienes no puedan cumplir con estos requisitos es real, y amenaza con profundizar las desigualdades en el acceso a servicios esenciales para la movilidad internacional.

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