El avión Dassault Falcon 900EX, recientemente incautado por las autoridades estadounidenses en una operación internacional, es una aeronave de alta gama diseñada para ofrecer lujo y comodidad en vuelos de largo alcance. Esta aeronave, valorada en aproximadamente 13 millones de dólares, estaba vinculada al presidente de facto de Venezuela, Nicolás Maduro, y fue adquirida ilegalmente en 2023 a través de una empresa fantasma.
El Falcon 900EX es conocido por su capacidad para operar en rutas intercontinentales, lo que lo convierte en una opción popular entre ejecutivos y gobiernos que requieren viajes largos sin escalas. Este modelo específico tiene una longitud de casi 33 pies, una altura de 6.2 pies y una anchura de 7.7 pies, lo que le proporciona una espaciosa cabina capaz de acomodar hasta 19 pasajeros.
La configuración interna del Dassault Falcon 900EX es uno de sus puntos más destacados. Su diseño incluye una mezcla de asientos tipo club, divanes y dormitorios privados, lo que permite a los pasajeros trabajar, descansar o dormir cómodamente durante los vuelos. Esta flexibilidad en la disposición de la cabina lo hace ideal tanto para viajes de negocios como para vuelos oficiales.
Además, la aeronave está equipada con tecnología avanzada y sistemas de comunicación que permiten mantener operaciones efectivas incluso en pleno vuelo. Estas características, junto con su capacidad de despegue y aterrizaje en pistas cortas, hacen del Falcon 900EX un avión versátil y extremadamente funcional.
El avión, con el número de registro T7-ESPRT, había sido utilizado principalmente para vuelos hacia y desde una base militar en Venezuela desde mayo de 2023. Su reciente incautación en República Dominicana y posterior traslado a Fort Lauderdale, Florida, ha atraído la atención internacional, no solo por su valor y lujo, sino también por las circunstancias que rodean su adquisición y uso por parte del régimen venezolano.
Este Falcon 900EX, ahora bajo custodia de las autoridades estadounidenses, es un ejemplo de cómo los gobiernos pueden utilizar recursos de alta tecnología para beneficio personal, contraviniendo sanciones y normativas internacionales. La aeronave ahora enfrenta un proceso de decomiso, en el que se determinará su destino final.