La Habana — El Noticiero del Mediodía de la televisión estatal cubana anunció este lunes el inicio del juicio contra el exministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, que comenzará mañana martes a las 9:00 a.m.en La Habana.
Según la información divulgada, Gil enfrentará acusaciones de espionaje, corrupción y tráfico de influencias, delitos que, de ser probados, podrían acarrear penas de hasta 30 años de prisión o incluso la pena máxima. El proceso se desarrolla en un contexto de hermetismo oficial, sin confirmación de si será televisado, como ocurrió con la histórica Causa 1/89.
El juicio contra Alejandro Gil marca un punto de inflexión dentro del sistema político y económico cubano. Desde su destitución en febrero de 2024, el exministro se encontraba bajo investigación por “graves errores en su gestión”, según declaraciones del propio gobierno. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta de información oficial alimentaron conjeturas sobre la verdadera naturaleza de las acusaciones.
Diversos medios internacionales como El País, Reuters y AP News habían reportado desde meses atrás que Gil Fernández estaba siendo investigado no solo por supuestas irregularidades administrativas, sino también por revelación de secretos de Estado y malversación de fondos públicos.
Analistas consideran que el caso de Alejandro Gil puede representar una fractura dentro del alto aparato económico cubano, dada su cercanía al presidente Miguel Díaz-Canel y su rol clave en la implementación de la polémica Tarea Ordenamiento, un plan de reestructuración monetaria que profundizó la inflación y el deterioro del poder adquisitivo en el país.
Mientras tanto, en redes sociales y foros digitales, el anuncio del juicio ha generado reacciones divididas. Algunos ciudadanos lo ven como un acto de justicia tardía ante el descontento popular por la crisis económica; otros, en cambio, lo interpretan como un ajuste político interno dentro del gobierno cubano.
Hasta el momento, no se ha confirmado si el proceso judicial será transmitido por televisión, pero la población sigue con atención cada detalle, en medio de una crisis marcada por la escasez de alimentos, el colapso del transporte y la depreciación constante del peso cubano frente al dólar.
El resultado de este juicio podría tener implicaciones significativas en la estructura de poder del país y en la percepción pública sobre la rendición de cuentas en los niveles más altos del gobierno.
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