Las autoridades colombianas han logrado la liberación de 22 personas que permanecían secuestradas por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la región del Catatumbo, en el noreste del país. Según reporta Europa Press, entre los rescatados se encuentran tres menores de edad, dos firmantes del acuerdo de paz y 17 civiles, quienes estuvieron en cautiverio durante 45 días.
La Defensoría del Pueblo confirmó la liberación a través de sus redes sociales, destacando que los secuestrados ya se encuentran reunidos con sus familias. La operación contó con el respaldo de la Misión de Verificación de Naciones Unidas y la Iglesia Católica, aunque hasta el momento el presidente Gustavo Petro no se ha pronunciado sobre el hecho, y no se han dado a conocer detalles adicionales sobre las condiciones en las que se encontraban las víctimas.
Escalada del conflicto en Catatumbo
El secuestro y posterior liberación de estas 22 personas se enmarca en un contexto de creciente violencia en Catatumbo, una zona fronteriza con Venezuela donde grupos armados irregulares mantienen una disputa territorial. Desde enero, los combates entre el ELN y el Frente 33 de las disidencias de las FARC se han intensificado, con el objetivo de controlar esta estratégica región, caracterizada por su riqueza en recursos minerales y sus condiciones propicias para el cultivo de hoja de coca.
La lucha por el dominio del territorio ha generado un aumento de los ataques, desplazamientos forzados y violaciones a los derechos humanos, afectando a la población civil y a líderes comunitarios.
Reacción del Gobierno y medidas de seguridad
Ante el deterioro de la seguridad en la región, el Gobierno de Colombia tomó la decisión de suspender las conversaciones de paz con el ELN y reactivar las órdenes de captura contra sus principales líderes, entre ellos Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, alias «Antonio García», y el jefe negociador Israel Ramírez Pineda, alias «Pablo Beltrán».
Además, las autoridades han decretado el estado de conmoción interior, lo que permite al Ejecutivo adoptar medidas excepcionales para hacer frente a la crisis. Entre las acciones anunciadas figuran mayores controles militares y de seguridad para la población en general, con un enfoque especial en la protección de líderes sociales, excombatientes del proceso de paz y autoridades locales.
La situación en Catatumbo sigue siendo tensa, con un alto riesgo de nuevas confrontaciones. Mientras tanto, la comunidad internacional continúa observando el desarrollo del conflicto y las acciones del Gobierno colombiano en su estrategia de seguridad y pacificación.