Bayamo, Cuba – Lo que alguna vez fue un símbolo de innovación y respeto por la historia en América Latina, hoy se encuentra sumido en el deterioro. El Cementerio San Juan Evangelista de Bayamo, inaugurado en 1798 como el primer cementerio a cielo abierto del continente, atraviesa una profunda crisis estructural y patrimonial.
Situado junto a la antigua Iglesia de San Juan Evangelista, este camposanto representó en su época un cambio radical en las prácticas funerarias, al establecerse fuera del entorno eclesiástico tradicional. Allí yacen personalidades notables, generaciones de familias bayamesas y fragmentos esenciales de la memoria colectiva de la nación.
Sin embargo, las imágenes actuales distan mucho de ese legado. Tumbas profanadas, estructuras derrumbadas, vegetación descontrolada y un estado general de abandono afectan al recinto, que alguna vez fue considerado un referente histórico y cultural.
Vecinos, historiadores locales y activistas patrimoniales coinciden en que no es el tiempo el culpable de su deterioro, sino la falta de acciones concretas para su conservación. A pesar de los múltiples llamados a la restauración por parte de la comunidad, el cementerio continúa deteriorándose sin que se conozcan planes oficiales de rescate.
“La historia no se borra sola. Si no se cuida, se pierde”, afirma un vecino de la zona. Quienes conocen la importancia del lugar consideran que la falta de interés institucional ha sido determinante en el abandono progresivo del sitio, considerado uno de los más antiguos y simbólicos del país.
En un contexto donde la protección del patrimonio debería ser una prioridad, especialmente en ciudades con tanta carga histórica como Bayamo, la situación del Cementerio San Juan Evangelista genera preguntas difíciles sobre el compromiso con la preservación de la identidad cultural cubana.
#Bayamo #CementerioSanJuan #PatrimonioCubano #Historia #Cultura #CubaHerald