Celia Cruz, la inigualable Reina de la Salsa, dejó una huella indeleble en el corazón de los cubanos con su música vibrante y su profundo amor por su tierra natal. Aunque la vida la llevó a vivir en el exilio, nunca dejó de expresar su amor y añoranza por Cuba. Una de las manifestaciones más conmovedoras de este amor eterno fue su visita a la Base Naval de Guantánamo en los años 90, un evento cargado de simbolismo y emoción.
En febrero de 1990, Celia Cruz recibió una invitación del Congreso de los Estados Unidos para cantar en la Base Naval de Guantánamo. Este fue un momento histórico, ya que sería la única vez que la legendaria cantante estaría tan cerca de su país natal desde su exilio en los años 60. Según reporta CiberCuba, Celia expresó su emoción al llegar: «Es triste, ¿verdad? Pero es lindo estar aquí hoy». Durante su presentación, su voz resonó a lo largo de la base, llevando un pedazo de Cuba a los exiliados cubanos presentes.
Uno de los momentos más impactantes de esta visita fue cuando Celia, conmovida por la cercanía a su tierra, extendió su mano a través de la cerca perimetral y recogió un puñado de tierra cubana. Esta tierra la acompañó de regreso a Estados Unidos y, según sus deseos, fue depositada en su féretro cuando falleció en 2003 (Encyclopedia Britannica).
La canción «Guantanamera», inmortalizada por Celia, también refleja su amor por Cuba. Esta pieza, originaria de la región de Guantánamo, es un himno a la belleza y el espíritu del pueblo cubano. Sus versos celebran la cultura y las tradiciones de Guantánamo, y la versión de Celia Cruz logró un reconocimiento internacional, convirtiéndose en un símbolo de identidad y orgullo cubano (Old Time Music).
Celia Cruz no solo es recordada por su música, sino también por su resistencia y su inquebrantable vínculo con Cuba. Aunque la revolución cubana y sus consecuencias políticas la mantuvieron lejos de su patria, su legado sigue vivo en el corazón de los cubanos de ambos lados del estrecho de Florida. Su famosa exclamación «¡Azúcar!» y su energía contagiosa continúan inspirando a generaciones enteras, recordándonos el poder de la música para unir y sanar (Havana Times).
En reconocimiento a su legado, Celia Cruz será inmortalizada en una moneda de 25 centavos de dólar, que comenzará a circular en agosto de 2024. Este tributo permitirá que miles de cubanos lleven un pedazo de su herencia cultural en sus bolsillos, conectando a las comunidades cubanas de todo el mundo con la figura icónica de la Reina de la Salsa.
Celia Cruz vivió y cantó con un amor infinito por Cuba, y su espíritu sigue vivo a través de su música y su legado. «Yo viviré», no solo como una canción, sino como una promesa cumplida de que su amor por Cuba perdurará eternamente.