Santiago de Cuba— En un intento de honrar el trabajo de los empleados de servicios comunales, las autoridades de Santiago de Cuba organizaron una serie de eventos que incluyeron una gala cultural y distribución de cerveza, en un contexto donde la acumulación de basura en la ciudad se ha convertido en una crisis evidente. La celebración, que tuvo lugar cerca del Teatro Heredia, contrastó fuertemente con las calles repletas de desechos, reflejo de una gestión de residuos que muchos consideran deficiente.
La gala, amenizada por el humorista Kike Quiñones, buscó ofrecer un respiro y reconocimiento a los trabajadores que día a día enfrentan el arduo trabajo de mantener la ciudad limpia. Sin embargo, la ironía de la situación no pasó desapercibida para los ciudadanos y medios locales, quienes han señalado repetidamente la paradoja de celebrar en medio de una creciente montaña de basura que afecta la salud pública y la calidad de vida en la región.
A pesar de los esfuerzos y la dedicación de los trabajadores de comunales, la falta de recursos y planificación adecuada ha impedido que se aborde de manera efectiva el problema de los residuos. Los santiagueros observan con frustración cómo los montones de basura siguen creciendo, mientras las promesas de mejora se diluyen entre festividades y eventos puntuales que, aunque bienintencionados, parecen desviar la atención de las verdaderas necesidades de la comunidad.
El contraste entre la alegría de los trabajadores durante la celebración, marcada por la música de la Conga santiaguera y el compartir en comunidad, y la desesperanza de los residentes que conviven diariamente con el desorden y la suciedad, dibuja un cuadro de desatención gubernamental que muchos critican como una gestión de prioridades equivocadas. Los eventos de reconocimiento, si bien necesarios, no deben opacar la urgencia de implementar soluciones efectivas y sostenibles para la gestión de residuos en la ciudad.
La situación en Santiago de Cuba requiere de una revisión crítica y de acciones concretas que vayan más allá del reconocimiento ocasional y se enfoquen en mejoras estructurales que puedan aliviar de manera permanente la carga que representa la basura para la ciudad. La celebración de los esfuerzos de los trabajadores es importante, pero no debe hacerse a costa de ignorar los problemas críticos que enfrentan los ciudadanos a diario. Esta dicotomía entre celebración y crisis subraya la necesidad de un enfoque más integral y responsable por parte de las autoridades locales.
