La Habana – El caso del perrito denunciado en la azotea de un edificio en 23 y H, en El Vedado, sigue sin resolverse y continúa generando preocupación entre vecinos y colectivos de protección animal.
Respuesta de la presunta tutora
Tras la denuncia inicial difundida por BAC-Habana, una persona que se identificó como la tutora del perro respondió a través de mensajes en los que afirmó que el animal “tiene su casita” y que los ladridos se deben a la presencia de desconocidos en la entrada del edificio, a la que describió como un espacio con “borrachos, drogadictos y personas que hacen sus necesidades”.
La presunta responsable rechazó enviar fotos o videos que acreditaran el estado del perro y calificó las publicaciones en redes como “especulaciones, injurias y difamación”.
Focos de la denuncia
Sin embargo, la denuncia ciudadana nunca se centró en los ladridos, sino en la presencia del animal durante varios días a la intemperie, expuesto al sol y la lluvia, y sin pruebas claras de resguardo, agua o alimento. Según BAC-Habana, cada vez que se pidieron evidencias del bienestar del animal, las respuestas fueron evasivas o demoradas, sin aclarar lo esencial:
- ¿Está realmente protegido el perro?
- ¿Por qué permanece en la azotea durante jornadas completas?
- ¿Tiene acceso constante a agua, comida y sombra?
Material enviado y sospechas
La única documentación remitida a los denunciantes consistió en imágenes ajenas al caso, algunas de ellas sensibles, que fueron inmediatamente censuradas para proteger la privacidad y evitar la circulación de contenido inadecuado. Este hecho reforzó la impresión de evasivas en lugar de respuestas de fondo.
Adicionalmente, el número de WhatsApp desde el cual se enviaron esos mensajes aparece registrado como una cuenta empresarial vinculada a un estudio fotográfico, lo que llevó a los activistas a anunciar que elevarán el caso a las autoridades competentes para verificar la titularidad del número y su relación con la vivienda señalada.
Caso aún abierto
Por el momento, no existe confirmación independiente sobre el estado real del perrito, ni sobre las condiciones de su resguardo. BAC-Habana ha reiterado que su objetivo no es otro que garantizar el bienestar del animal, y solicita a la comunidad información verificable que ayude a esclarecer la situación.
El caso refleja la importancia de la responsabilidad y transparencia en la tenencia animal, así como la necesidad de reforzar los mecanismos de denuncia y supervisión para proteger a los animales en situaciones de vulnerabilidad.
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