Cayo Guillermo, Ciego de Ávila – El hotel “Camino del Mar”, anteriormente conocido como Meliá Cayo Guillermo y actualmente promocionado como un resort de cinco estrellas por agencias como El Corte Inglés, ha sido objeto de duras críticas por parte de turistas que denuncian un panorama muy alejado del lujo prometido.
Según una queja recibida en nuestra redacción, los visitantes describen una experiencia marcada por la decepción y la frustración. Las condiciones del hotel, ubicado en uno de los cayos más promocionados de la región de Jardines del Rey, distan mucho del estándar internacional de cinco estrellas. Habitaciones sucias, con mobiliario deteriorado, puertas que no funcionan correctamente y cajas fuertes meramente decorativas e inservibles, conforman el panorama que los huéspedes encuentran al llegar.

Uno de los aspectos más alarmantes, según el testimonio recibido, es la gestión de los pagos. “Lo más insólito es que no aceptan dinero en efectivo ni moneda nacional. Nos exigieron pagar a través de Transfermóvil, un sistema electrónico que muchos turistas extranjeros ni siquiera conocen”, relató una visitante española que reservó a través de El Corte Inglés. La imposición de este método de pago ha generado situaciones incómodas, demoras innecesarias y una creciente sensación de desamparo entre los turistas.
El caso del hotel Camino del Mar no es aislado y pone nuevamente bajo el foco la situación crítica del turismo en Cuba. Las deficiencias estructurales, la falta de mantenimiento, la mala gestión administrativa y las trabas burocráticas –producto, en buena medida, del llamado “bloqueo interno” y de la ineficiencia institucional– son factores que disuaden cada vez más a los viajeros de visitar la isla.
Con razón, apuntan muchos, la caída del turismo no puede atribuirse únicamente al embargo estadounidense, sino también a la incapacidad de ofrecer servicios básicos y a la ausencia de estándares mínimos de calidad. Mientras se mantengan estas condiciones, será difícil revertir la imagen internacional de una industria turística cubana que alguna vez fue emblema del Caribe y que hoy parece estar sumida en el abandono.