El gobierno de EE.UU., bajo la administración de Biden, ha propuesto modificar el Acuerdo Flores, un pacto clave que ha supervisado el trato a los niños migrantes durante casi tres décadas. Esta propuesta, presentada ante una corte federal, sugiere eliminar la supervisión judicial para los menores no acompañados a cargo del Departamento de Salud y Servicios Humanos. La administración argumenta que las nuevas regulaciones, que entrarán en vigor el 1 de julio, mejorarán el cuidado y la seguridad de los menores, ofreciendo una solución más efectiva que el sistema actual. Defensores de los derechos de los niños expresan preocupación por la reducción de la supervisión independiente, temiendo que pueda comprometer la protección y el bienestar de los menores.
