Brasil se levanta en un hecho histórico con la celebración de la 61ª Asamblea General de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), la cual reúne a 482 obispos de todo el país. Este evento, que se lleva a cabo del 10 al 19 de abril en São Paulo, marca un momento de reflexión, diálogo y búsqueda de unidad, tal como propuesto por Jesucristo.
Durante las dos semanas de encuentro, la agenda será intensa, dividida en cuatro sesiones diarias que totalizan 27 sesiones. Estas se dedicarán al análisis y a los encaminamientos de temas, informes y comunicados, incluyendo el Sínodo, el Jubileo 2025 y la temática de la Juventud, además de la discusión central sobre la Realidad de la Iglesia en Brasil y la actualización de las Directrices Generales de la Acción Evangelizadora.
En el cuarto día de esta trascendental asamblea, se vivió un momento histórico para Brasil. Se institucionalizó el Ministerio de Catequistas y 19 catequistas de todas las regiones del país fueron investidos. Entre ellos, destacamos a Deolinda Melquior da Silva, originaria del estado de Roraima y representante de la región Norte Zona 1. Deolinda es indígena de la etnia Macuxi y lleva 42 años difundiendo el evangelio como catequista, en zonas de difícil acceso.
La institución del ministerio de catequista marca un hito en la historia de la Iglesia en Brasil, fortaleciendo la participación de los laicos y promoviendo una evangelización cada vez más inclusiva y activa. Este gesto reconoce el valioso trabajo de aquellos que, como Deolinda, dedican su vida al servicio de la fe y la enseñanza en lugares remotos y desafiantes.
“Cada vez aumenta más la fe y por eso trabajamos, llamando a los catequistas indígenas a seguir cumpliendo con su misión”, afirmó Deolinda. En la diócesis de Roraima, dijo que cada año realizan cursos de capacitación para catequistas y líderes que celebran la Palabra en sus comunidades.
Durante la asamblea, se debatieron temas cruciales para el futuro de la Iglesia en Brasil, incluyendo la participación de los jóvenes, la realidad social y la misión evangelizadora en un contexto en constante cambio. Los obispos también reflexionaron sobre la importancia de fortalecer la presencia de la Iglesia en las comunidades más vulnerables y marginadas, así como de promover una mayor cercanía con los fieles.
En un contexto de desafíos y oportunidades, la 61ª Asamblea General de la CNBB se erige como un espacio de encuentro y discernimiento, donde los líderes de la Iglesia en Brasil se unen en oración y reflexión para abordar los desafíos del presente y proyectar el futuro de la fe católica en el país.
El evento también destaca el compromiso de la Iglesia en Brasil con la justicia social, la promoción de la paz y el respeto por la diversidad cultural y religiosa. En un país tan vasto y diverso como Brasil, la Iglesia desempeña un papel fundamental en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
La 61ª Asamblea General de la CNBB concluye con un llamado a la acción y a la unidad, reafirmando el compromiso de la Iglesia en Brasil de ser luz y esperanza en medio de los desafíos del mundo moderno.