En un esfuerzo por expandir su alcance global y mitigar la severa escasez de medicamentos en la isla, BioCubaFarma, la corporación estatal de biotecnología y farmacéutica de Cuba, ha completado la instalación de una nueva empresa de capital totalmente cubano en la ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei, China. Este desarrollo ocurre en un contexto donde los ciudadanos cubanos enfrentan dificultades diarias debido a la falta y el alto costo de los medicamentos esenciales.
La nueva empresa, que implicó una inversión inicial de 500,000 dólares y se ubicó en la Zona de Alta Tecnología de Shijiazhuang, se especializará en la importación, exportación y servicios de consultoría farmacéutica. Sin embargo, la fecha de inicio de operaciones aún no ha sido especificada, lo que genera incertidumbre sobre cuándo podría verse algún alivio tangible en el mercado farmacéutico cubano.
Paralelamente, la relación de Cuba con Rusia también muestra avances, ya que el centro de innovación ruso Skólkovo aprobó recientemente cinco proyectos farmacológicos de BioCubaFarma. Estos incluyen tratamientos potenciales para enfermedades como el Parkinson y el cáncer. A pesar de estas iniciativas internacionales, la crisis de salud en Cuba persiste, con una oferta insuficiente de medicamentos básicos que afecta a la población, exacerbada por políticas internas que han impedido una distribución eficiente de recursos.
Estos esfuerzos por fortalecer las alianzas internacionales y desarrollar la biotecnología cubana, aunque prometedores, contrastan con la realidad interna de una economía que lucha por sostener su sector de salud pública. La crisis de medicamentos en Cuba subraya la necesidad urgente de reformas profundas y efectivas en la gestión de la salud y la economía. El gobierno cubano enfrenta el desafío de balancear sus ambiciones de innovación global con las necesidades inmediatas de su población, cuya salud y bienestar continúan en riesgo ante la escasez crónica y los elevados precios de los medicamentos.