Las autoridades del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas han comenzado a aplicar restricciones al equipaje no convencional que suele transportar un gran número de pasajeros con destino a Cuba, una medida que impactará directamente a quienes viajan cargados con artículos para sus familias en la Isla.
La agencia de viajes Cuba Tulike informó que el aeropuerto ha comunicado que los bultos redondos, sin base estable o tipo “bola”, podrán ser clasificados como equipaje especial. Esto implica que deberán pasar por una cinta de facturación diferenciada y que podrían generar costes adicionales, así como retrasos o complicaciones operativas el día del vuelo.
Este tipo de equipaje —paquetes improvisados, cajas selladas, bultos envueltos en nylon y las conocidas “maletas bolas”— se ha vuelto parte del paisaje habitual de los vuelos entre España y Cuba. Muchos pasajeros recurren a estas soluciones para trasladar alimentos, medicamentos, piezas de automóvil, electrodomésticos y otros artículos que sus familias necesitan de manera urgente.
La advertencia llega en un contexto en el que los aeropuertos europeos están reforzando los protocolos de seguridad y logística, y Barajas, uno de los más transitados del continente, busca reducir incidencias en los procesos de facturación. Esto podría traducirse en cambios significativos para una comunidad acostumbrada a viajar con equipaje voluminoso y poco convencional.
La agencia recomendó a los viajeros verificar con antelación las políticas de su aerolínea y evitar este tipo de bultos para no enfrentar cargos extra ni demoras en el embarque.
En imágenes recientes compartidas por pasajeros, se observan las escenas típicas de los mostradores de vuelos a La Habana: carritos repletos de bultos entisados, cajas y equipajes improvisados, una estampa del exilio cubano que podría comenzar a desaparecer bajo las nuevas regulaciones.
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