A pesar de un notable incremento en el número de turistas internacionales durante el primer trimestre de 2024, con más de 800,000 visitantes llegando a Cuba, persisten críticas sobre la calidad de los servicios turísticos, especialmente de parte de los cubanos residentes en el extranjero, incluidos los cubano-americanos. Estos visitantes han expresado su descontento con las condiciones de los servicios, incluyendo el alquiler de automóviles, cuyos precios son considerados exorbitantes en relación con la calidad ofrecida.
La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) informa que, además de Canadá y Rusia, un número significativo de estos turistas provienen de la diáspora cubana, quienes frecuentemente retornan a visitar familiares y amigos. Sin embargo, estos visitantes también han señalado deficiencias significativas en la infraestructura turística y problemas adicionales como la crisis de combustible y económica que azota el país, lo cual afecta tanto a locales como a visitantes.
Uno de los principales problemas mencionados es la mala calidad de los vehículos de alquiler y la falta de opciones de transporte confiables, agravadas por la escasez de combustible. Aunque el turismo ruso ha visto un crecimiento impresionante, doblando su cifra respecto al año anterior, se señala que la mayoría de estos turistas tienden a permanecer en enclaves turísticos, limitando su interacción con las economías locales y el mercado interno cubano.
Esta situación sugiere que, aunque el número de turistas ha aumentado, el impacto económico positivo esperado puede ser menor de lo anticipado. Los visitantes tienden a gastar menos en los mercados locales y más en áreas aisladas del contacto cultural y económico directo con la población cubana.
Mientras Cuba se esfuerza por alcanzar su objetivo de 3.2 millones de turistas para finales de año, el desafío no solo reside en atraer números más altos de visitantes, sino también en mejorar la calidad de los servicios y asegurar que el turismo beneficie de manera más amplia a la economía local. La isla continúa invirtiendo en la infraestructura turística y tratando de superar los retos que enfrenta, pero queda claro que la recuperación completa del sector y su capacidad de impulsar el desarrollo local requieren de un enfoque más integrado y de mejoras sustanciales en la oferta de servicios.
