Autoridades sanitarias y especialistas cubanos han expresado su preocupación ante el significativo aumento de embarazos entre adolescentes, situación que fue analizada recientemente durante una sesión del Parlamento cubano. Según datos revelados en el encuentro, cerca del 18,9% de los nacimientos en Cuba durante el año 2023 correspondieron a madres adolescentes, lo que equivale a más de 17,000 nacimientos de un total de 90,300 registrados en el país.
El doctor Antonio Aja Díaz, director del Centro de Estudios Demográficos (Cedem) de la Universidad de La Habana, describió este fenómeno como una «disfuncionalidad en la fecundidad cubana» y advirtió sobre las posibles repercusiones a largo plazo para el desarrollo del país. Aja Díaz enfatizó que este problema no solo afecta a nivel individual y familiar, sino que tiene profundas implicaciones sociales que pueden perpetuarse de generación en generación.
La distribución geográfica de los embarazos adolescentes muestra una concentración mayor en las provincias orientales de Cuba, siendo Las Tunas, Holguín, Camagüey y Granma las regiones con mayores índices, todas superando la media nacional.
Esta problemática se agrava por el incremento observado en los matrimonios entre menores, con casi 4,000 uniones registradas en 2022 de adolescentes entre 15 y 19 años, muchos de los cuales fueron con adultos significativamente mayores. Además, entre 2016 y 2018, se formalizaron 61,203 matrimonios de menores, algunos de los cuales incluyeron a niñas de apenas 14 y 15 años.
El aumento de los procedimientos de aborto y regulaciones menstruales, que han subido 14 puntos porcentuales entre 2009 y 2022, también refleja la magnitud del problema. Los especialistas y autoridades han reconocido que una de las causas principales de este incremento en los embarazos adolescentes es la escasez de métodos anticonceptivos, como preservativos y pastillas, en las farmacias del país.
El debate en el Parlamento ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de abordar esta crisis desde un enfoque integral que incluya educación sexual efectiva, mejor acceso a métodos anticonceptivos y un fortalecimiento de los servicios de salud reproductiva para jóvenes.